Facundo da gracias porque ya no tiene que “vivir del cuento”

Ya Facundo Correcto no tiene que vivir del cuento. Tras casi un año en EE.UU., reflexiona sobre el pasado y el presente y dice “Gracias, gracias, gracias”.

Andy Vázquez, Facundo, está a punto de cumplir un año en los Estados Unidos y ha afirmado en un post de Facebook que “hoy solo puedo dar gracias, gracias, gracias”, porque claro, ya no tiene que vivir del cuento.

Al humorista cubano Andy Vázquez se le abrieron los ojos de pronto, un día, allá en Cuba, apenas sintió que la moledora humana socialista -esa que a base de intolerancia y censura se mueve cortando cabezas y haciéndole trizas la vida a la gente- se cebaba en su “chiste” sobre lo sucedido en el mercado de Cuatro Caminos.

Todavía se desconoce quién fue el jerifalte cubano que se sintió tan ofendido con la parodia que, fuera de su ámbito laboral, hizo Facundo Correcto. Algunos dicen que fue el mismísimo Luis Alberto Rodríguez López-Callejas el ofendido. Otros creen que fue “la Seguridad del Estado” y los menos creen que pudo haber sido Miguel Díaz-Canel, el magnate dolido con la representación que hiciera de la batalla de Cuatro Caminos este Andy Vázquez, disfrazado de Facundo.

Ya ha pasado casi un año del suceso que lo lanzó de cabeza hacia los EE.UU., país que lo recibió con las puertas abiertas y para el que Facundo solo tiene agradecimientos.

Hoy, hace apenas una hora, escribió en su perfil de Facebook.

“Pronto cumplo un año en este gran país. Gracias a Dios, a la vida, mi madre, mi esposa, mis hijos, la familia, los amigos, mis nuevos compañeros de trabajo por este nuevo comenzar, a Iván Herrera, Luis Castro, Carlucho, es solo el principio de muchos sueños por cumplir que muy pronto comenzaré a trabajar en ellos. Agradecido también a mis compañeros de trabajo y a todo el público cubano donde quiera que esté. Hoy solo puedo dar gracias, gracias, gracias”.

Facundo está ahora, sin dudas, en el lugar correcto. Tiene -dicen- casa propia y que hasta le regalaron un auto “último modelo”, par de “lujos” que en Cuba no pudiera haber tenido nunca, a pesar de que trabajaba como un mulo.

Es cierto que ya Facundo no forma parte del elenco del “Vivir del Cuento”. Es probable que cada día extrañe no estar cerca de Luis Silva, “Pánfilo” o de “Chequera” o de Ruperto “Marcha Atrás”, pero lo más importante para él, para su vida, para el futuro de su hermosa familia en La Habana, para los miles de cubanos que le agradecen su humor cortante, para aquellos niños de círculos infantiles y de los ancianos de los asilos en La Habana o los de los Círculos de Abuelo a los que Andy, a cada rato, les regalaba su humor sin cobrar un centavo, es que ya él, Facundo Correcto, no tiene que dar precisamente “marcha atrás” y volver a vivir del cuento.

Y si lo atacan desde Cuba, mucho menos. Allá, parece, no se le ha perdido nada. El lugar correcto es donde está ahora

Roberto A.

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