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Exjefe de la campaña electoral de Trump compartió información con inteligencia rusa, según medios

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Paul Manafort, exjefe de la campaña electoral del presidente Donald Trump, compartió información de las encuestas de la campaña de 2016 con Konstantin Kilimnik, un ruso que el FBI cree relacionado con la inteligencia de Moscú.

Según un expediente judicial al que tuvieron acceso algunos medios de prensa, los datos compartidos se hallan en un archivo del fiscal especial de la conocida como “trama rusa”, Robert Mueller. Las referencias a los sondeos compartidas con Konstantin Kilimnik no debían hacerse públicas, pero muestran una de las vías por las que los rusos podrían haber tenido aproximaciones a la campaña electoral del actual inquilino de la Casa Blanca.

La versión divulgada por The New York Times explica que por accidente los abogados del Sr. Manafort facilitaron la filtración, pues hubo un error de formato en un documento presentado para responder a los cargos de que había mentido a los colaboradores del fiscal especial Robert Mueller.

The New York Times precisa asimismo que el documento en cuestión revela que durante la campaña Paul Manafort y su asociado ruso, Konstantin Kilimnik, hablaron de un plan para la paz en Ucrania. “A lo largo de la campaña y en los primeros días de la administración Trump, Rusia y sus aliados impulsaron varios planes con la esperanza de obtener alivio de las sanciones impuestas por Estados Unidos después de la anexión de Crimea”, agrega el diario.

Jason Maloni, portavoz de Manafort, ha admitido que ese diálogo sucedió en la capital española entre enero y febrero del 2017, cuando Donald Trump ya era el presidente de los Estados Unidos.

Refiriéndose al intercambio de información entre Paul Manafort y Konstantin Kilimnik, Clint Watts, adscrito al Foreign Policy Research Institute, ha manifestado: “Esto es lo más cercano que hemos visto a la colusión. La pregunta ahora es, ¿el presidente lo sabía?”

Varios medios de comunicación ya han documentado una serie de encuentros entre agentes rusos y asociados a la campaña que datan de los primeros meses de la candidatura de Trump a la presidencia. El más “sonado” hasta ahora era la reunión en la Trump Tower, en Manhattan, con un abogado ruso que prometió dañar la imagen de la aspirante demócrata Hillary Clinton.

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