El Retiro Médico: una remodelación en pausa

Texto y fotos: María Carla Prieto

Desde el 2017 los andamios se levantan en la esquina de 23 y N, y los vecinos siguen esperando el fin de la remodelación del Retiro Médico

El edificio de la calle 23, esquina a N, es la nueva manzana de la discordia en La Habana. Desde el año 2017 sus moradores esperan se concluya la reparación capital a la cual está sometida la fachada.

Como algunos recordarán, el pasado año se cubrió el frente del Ministerio de Salud Pública, en la parte inferior del inmueble. Por consiguiente, mallas azules y altos andamios se colocaron en el Retiro Médico, a fin de dar solución a una problemática planteada por los vecinos hacía seis años.

“Me acuerdo de los inicios de la obra. Quienes permanecemos más tiempo en el inmueble, atendíamos a los trabajadores”, nos cuenta Irán, residente del lugar. Sin embargo, el alborozo terminó luego de que, sin motivo aparente, los obreros desaparecieran. “Un buen día, despertamos y no había constructores. Nos dejaron toda la armazón montada”.

“Al principio, los vecinos achacábamos la demora a la prioridad de las oficinas pertenecientes al Ministerio de Salud Pública (MINSAP), pero esta área ya está mientras nosotros seguimos en las mismas”, nos comenta Yamilet.

De este modo, el inmueble se ha convertido en tema escabroso en todas las reuniones. Según autoridades del MINSAP, a ellos solo les competía la rehabilitación de su parte del inmueble, el resto del edificio quedaba dentro de los presupuestos para el 2019 del Ministerio  de la Construcción.

La entidad constructora continúa sin pronunciarse, para descontento de los inquilinos. Ellos no entienden la demora en una obra cuya ejecución no es tan complicada.

“No pedimos el arreglo interior de las viviendas, eso somos capaces de acometerlo nosotros, mas la altura del inmueble nos dificulta encontrar una brigada de albañiles para acabar la obra, amén de no tener el presupuesto correspondiente. Por aquí no ha aparecido ningún funcionario a dar las explicaciones pertinentes, y mientras, los materiales asignados permanecen en manos del ministerio”

Buscando respuestas, los vecinos dirigieron una carta a la sección Acuse de Recibo, del medio oficialista Juventud Rebelde, para denunciar la situación. Pero no ha surtido efecto. “El periódico no sirvió de nada. Una vecina habló con algunas autoridades representantes del MINSAP mas la institución no puede facilitarnos nada, ni acelerar los trámites, aun cuando se trata de la misma edificación. Eso sí, ellos ya quitaron las tapias de su fachada para lucir sus cristales tranquilamente”, protesta Antonio.

La culpa recae sobre unos y otros. Mientras, la calle N pierde la mitad de su superficie, debido a construcciones de aluminio que delimitan la supuesta área de trabajo. Andamios y otros materiales se alzan donde mismo, esperando a obreros que sabrá Dios si llegarán.