EEUU: buscan retrasar ejecución de asesina de una embarazada

Los abogados de una estadounidense asesina de una embarazada y ladrona de una bebé quieren retrasar su próxima ejecución por motivos relacionados con la COVID-19.

Las autoridades fijaron para el ocho de diciembre en el Complejo Correccional Federal en Terre Haute, en Indiana, la muerte por inyección letal de Lisa Montgomery, asesina de una embarazada de ocho meses, a quien estranguló, abrió su cuerpo, y después secuestró a su bebé.

Pero con la cercanía de la fecha, Amy Harwell y Kelley Henry, sus representantes, juegan un último recurso ante los tribunales para retrasarla pues ambos padecieron coronavirus.

Si Montgomery muere en diciembre, se convertirá en la primera mujer en ser ejecutada en casi 70 años por el sistema penal federal, pues “bajo el sistema de justicia de Estados Unidos, los delitos pueden ser juzgados en tribunales federales, a nivel nacional, o en tribunales estatales, a nivel regional”, recordaba la BBC. 

Pero los abogados intentar frenar su ejecución al menos por un tiempo más, con una demanda presentada en el Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito de Columbia.

Según la cadena Fox News, la demanda culpa al fiscal general William Barr de programar la ejecución durante una pandemia, pues este ordenó a la Oficina Federal de Prisiones el 16 de octubre que fijara una fecha.

Desde ese momento, Harwell y Henry viajaron unas dos veces desde Tennessee a Texas, y “cada viaje de ida y vuelta involucró dos vuelos de avión, tránsito por dos aeropuertos, estadías en hoteles e interacción con decenas de personas, incluidos asistentes de aerolíneas, empleados de alquiler de autos, pasajeros y guardias de prisiones”, detalla la moción que cita el medio.

El hecho es que ambos se enfermaron con la COVID-19, que acumula millones de casos en Estados Unidos, y por esto alegan que, si el fiscal no hubiera actuado durante la mitad de la pandemia, “los abogados no se habrían visto afectados por la enfermedad que está asolando a la país”.

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Además de esto afirman que por esta causa también “los expertos familiarizados con su caso no pueden evaluar su estado mental y, por lo tanto, no pueden participar en el proceso de clemencia”.

La asesina de la mujer embarazada cometió un crimen especialmente atroz, pues en diciembre de 2004 manejó desde Kansas hasta la casa de su víctima de 23 años, Bobbie Jo Stinnett, en Missouri, con el supuesto objetivo de comprar un perro.

Pero Montgomery atacó y estranguló a Stinnett hasta que la víctima perdió el conocimiento, y después, con un cuchillo de cocina, “le cortó el abdomen, pero esta recuperó el conocimiento. Entonces se produjo una lucha y la estranguló hasta la muerte”.

Tras los hechos, la mujer sacó el bebé del vientre, se lo llevó e intentó hacerlo pasar por suyo, hasta que fue atrapada.

Julio Linares