Los Durakos, otra tribu urbana en Cuba

Por Vladia Rosa García

Cómo se organizan, por qué lo hacen, qué patrones siguen los Durakos en Cuba. Conoce a esta tribu urbana que convive con otras en la calle G del Vedado

La céntrica Avenida de los Presidentes del Vedado capitalino, más conocida como calle G, era hasta ahora el mayor escenario de reunión de las tribus urbanas en La Habana. En el parque confluían todo tipo de muchachos: mikis, frikis, rockeros o cualquier otro tipo de tendencia que reúna seguidores en cuanto a modo de vestir, música de preferencia y estilo de vida.

Un mes atrás fue viral en las redes sociales una instantánea de un grupo de Durakitos que hicieron una fiesta en un cementerio. A partir de ahí, se conoció sobre esta moda y las críticas llovieron. Cómo se organizan, por qué lo hacen, qué patrones siguen, han sido algunas de las preguntas realizadas a varios de ellos para tratar de explicar este nuevo fenómeno cubano.

Los perfiles de muchos se han inundado de frases compuestas por adornos y apellidos un tanto raros como Leyi Fire Apple, Rosy Girl Town o Yanco Boytown, por solo citar algunos. Así comenzó la corriente de los “Durakitos” en Cuba, caracterizada por el uso de frases trending, provenientes del reguetón y por su activa participación en redes sociales.

El término “durako” define a la totalidad de jóvenes que pertenece a dicha tendencia; sin embargo, se organizan en teams dependiendo de sus afinidades y eligen un nombre para identificarse, por ejemplo los Hell-people, los Kin Jini o los Fire Appel.

Los Durakos y las redes sociales

Sami ThumlrDark tiene 16 años. Su nombre real es Samira pero ya nadie la conoce así. “Antes no tenía tantos amigos en Facebook. Mi team se reúne cada dos semanas y salimos juntos, nos tiramos fotos y hacemos cosas divertidas para poder subirlas y ganar seguidores. Mis fotos cada día tienen más likes. Eso me hace sentir bien”.

Los teams tienen de 10 a doce personas pero mientras mayor cantidad, mayor popularidad y prestigio en las calles. La edad de los integrantes varía de 15 a 18 años mayormente, pero en algunos casos hay niños con edades de doce años y un poco menos. El joven mayor ocupa el puesto de líder en el grupo y debe ser una persona activa en redes sociales, es decir el que más seguidores haya logrado o genere gran cantidad de reacciones.

Una de las particularidades de estos adolescentes es su afición por la fotografía porque así se mantiene “viva” la esencia de la tropa duraka. “Las fotos nos encantan, salimos a lugares que no estén “quemados” por otros teams para poder llamar más gente a que se nos una y ganar popularidad”, comentó Lie, de 15 años y perteneciente a los Kin Jini.

Cada grupo toma y edita sus imágenes. Muchos poseen cámaras profesionales como Nikon, Sony o Canon. Otros utilizan teléfonos de última generación como los IPhone o Samsung para que las fotos ya salgan editadas, de lo contrario los arreglos se hacen mediante la aplicación Pics art.

Como la subsistencia del conjunto depende de su reconocimiento, entonces por cada sección fotográfica se efectúan votaciones online para decidir quién o quiénes son los verdaderos durakos de la ciudad. “No sé cómo se realizan, el perfil no tiene nombre la mayoría de las veces, eso lo saben pocas personas. Ellos solo entran y hacen captura de pantalla a las fotos que publicamos y después nos ponen a competir con un comentario de vota por tu preferido”, explicó Adriana Saijayen, de 16 años.

Los nombres utilizados por estas personas deben ser en inglés; además su escritura se diferencia por caracteres especiales  donde se combinan símbolos de las matemáticas y de alfabetos como el griego, el ruso y el vietnamita, para variar la simplicidad de los perfiles normales.

No se exige ningún estatus social alto para ser durakito, aunque un “tixa”, para ellos sinónimo de estar a la moda, debe andar bien vestido. “La ropa es la normal, de las que estén a la moda en ese momento según digan las páginas de internet. Gafas de gato, camisas de colores, estampadas, zapatos de marca son algunas de las prendas y accesorios más populares. Si alguien no tiene, se le presta para estar parejos en las fotos. Sabemos que nos gustan las cosas caras, nuevas y todos no pueden permitírselas”, señaló Yan Carlos, de 18 años.

La calle G tendrá que dejar un espacio nuevo en sus parques. Los Durakos no creen en veteranos ni en tribus arraigadas. Ellos son la tendencia y por tanto merecen un sitio porque, como dice un himno para ellos, la canción de sus ídolos Yomil y el Dany: “andamos to Gucci, to durako y si te cojo en la disco mi combo te hace poh”.