¿Dónde están los bisturís en Cuba?

En Cuba, los bisturís solo están disponibles a nivel de quirófano, pero no llegan ya a los cuerpos de guardia ni a los centros de salud menores

Cuando Eduardo se cortó en la mano –una herida bastante profunda, por cierto- comenzó un vía crucis que bien pudiese parecer de cuento. Aunque él, hombre duro de trabajo, hubiese preferido lavarse un poco y continuar lo suyo, su mujer, viendo la seriedad del asunto, prefirió acudir al policlínico. “Tenían que darle puntos pues, además de grande en tamaño, salía mucha sangre”, explicó Zoila.

“Si tu vida no peligra, los operarios deben esperar a tener al menos tres casos para salir. En Cienfuegos no hay combustible”, nos cuenta. Al final arribaron al centro de salud. Allí una enfermera le realizó un apaño. Al final Eduardo llegó al hospital provincial, Gustavo Aldereguía Lima, con unos puntos menos de hemoglobina.

Lo sucedido a continuación probablemente no tiene precedentes. “Los facultativos me dijeron que no tenían cuchillas ni bisturís para afeitarme la zona, y utilizaron unas tijeras para recortarme, como pudieron, los pelos del brazo. Finalmente, me dieron siete puntos con los pelos ahí”, relata.

Si faltan bisturís…

Yanara Rodríguez, especialista en Medicina General Integral del Hospital Manuel Fajardo, nos detalla los riesgos de tales procedimientos: “En una situación así, los vellos deben ser recortados pues en ellos se recoge polvo y otras impurezas que pueden infectar la herida, lo que propicia la afectación general de los tejidos”.

“Cuando ocurre una sepsis –la bacteria entra en el organismo- el corte no cierra, se llena de pus y se convierte en un foco infeccioso dentro del cuerpo. Esto pudiera provocar una septicemia en personas inmunológicamente deprimidas”.

La especialista sostiene que el caso de Eduardo forma parte de un mal que asola a las instituciones sanitarias en Cuba: la ausencia de bisturís. Según declara a Cubacomenta, este material solo está disponible a nivel de quirófano, mas no llega ya a los cuerpos de guardia ni a los centros de salud menores.

Su testimonio encaja perfectamente con el de Mariela, residente en Güines, quien tenía programada una operación menor de cirugía maxilofacial: “Desde el día 25 del pasado mes, las operaciones programadas están paradas por falta de instrumental para realizarlas. La mía quedó pospuesta hasta nuevo aviso: debo ir muriéndome para que me la hagan”, declara.

La Habana no está exenta de la situación. A los centros de atención primaria de la capital, les están asignando dos bisturís diarios, una cantidad ridícula si tenemos en cuenta que este instrumento no puede ser reutilizado.

Regla, madre de un niño de  años, caminó buena parte de los policlínicos del Vedado, buscando quitarle los puntos en la quijada a su pequeño: “En todos lados me dijeron lo mismo: señora, no tenemos con qué”.

Su recorrido terminó en el centro Plaza de la Revolución, donde debió aguardar hasta la una de la tarde para ser atendida: “La enfermera me dijo que viniese a esa hora. Cuando llegué, debí buscar  a la almacenera y posteriormente a la jefa de enfermeras. Luego de un careo entre ellas, la última buscó uno minúsculo, de poco filo, y con él macheteó hasta cortar la totalidad de los hilos”.

Texto y foto: María Carla Prieto