Defensores de animales organizaron evento en La Habana

De acuerdo con información publicada por el diario Havana Times, activistas y defensores de los animales se reunieron el pasado sábado 19 de enero en las afueras de La Habana, para protestar contra el zoosadismo, un fenómeno que aunque las autoridades oficiales de la isla no han reconocido en los diarios que controlan, existe, y las redes sociales son testigo de ello.

Gatos que amanecen ahorcados, un grupo de palomas blancas sacrificadas y arrojadas a los pies de una ceiba, envenenamiento de animales en las cercanías de los hospitales, un científico que sodomizaba y violaba los perros y hasta el maltrato de los trabajadores de Zoonosis son imágenes y noticias que han aparecido en los últimos meses en la red social de Facebook como muestra fehaciente que, el trato a los animales en la isla, es injusto, degradante y sobre todo mata.

¿Por qué en la nueva Constitución que se votará el próximo 24 de febrero no quedó recogido un artículo sobre el tema? Esa es una pregunta que se hacen miles de defensores de los animales en la isla, que se niegan a aceptar como “normales” las peleas de perros, e incluso las de gallos. A la isla, “solo le falta” una corrida de toros.

Varios de los defensores, convocados por el grupo Supporting and Moving Stray Animals, organizó una campaña gratuita de tratamiento de parásitos en un parque y al lugar acudieron muchos a mostrar el amor que los caracteriza por los animalitos. Los vacunaron, desparasitaron, bañaron, y luego dieron charlas con los vecinos dirigidas a concientizar las mentes y explicar la importancia de luchar contra el maltrato animal.

Sin embargo, “la nota” paralela a este hermoso evento según refleja Havana Times, la dio el vicepresidente del gobierno municipal, quien se acercó al grupo de voluntarios “para averiguar qué estaba pasando”. De acuerdo con el medio, este funcionario luego “ordenó que esta actividad se suspendiera de inmediato” porque ellos no contaban con la autorización requerida para ejercer esta actividad.

 

Havana Times señala en su nota que “la autorización debe solicitarse directamente al organismo gubernamental y no al Ministerio de Salud Pública, a pesar de que este último tiene un Departamento de Higiene y Epidemiología con funciones claramente definidas, como la administración de vacunas contra la rabia y el tratamiento de enfermedades contagiosas,” lo cual demuestra a las claras que, cuando la burocracia cubana se empeña en entorpecer sanos propósitos, hasta los animales deben sufrir la culpa de los indolentes burócratas.

Gracias a estos defensores de la vida, y de grupos como CEDA, afortunadamente los animales en Cuba tienen una esperanza para tener una vida digna.