Cubanos arremeten contra El Chacal por regalar juguetes en Miami

Al menos 9 de cada diez cubanos comentó negativamente una publicación aparecida ayer en el medio Cibercuba con relación al hecho de que el cantante urbano Ramón Lavado, conocido por el nombre artístico de El Chacal, hizo entrega hace unas horas de algunos juguetes a unos niños en una escuela de la ciudad de Miami.

El hecho, de por sí notable y a imitar levantó ronchas entre algunos internautas. Al menos en la página de Facebook de Cibercuba, muchos de ellos se expresaron de manera contraria al gesto y al artista. “El donativo” provocó al menos 196 comentarios y más de 600 reacciones.

La mayoría le reprochó lo mismo: los niños cubanos están tan o más necesitados de esos juguetes que los niños de Miami. ¿Por qué no entregarlos en Cuba?

El hecho recordó – aunque con una diferencia monetaria considerable – al protagonizado por el dúo Gente de Zona en marzo del 2017 cuando, en otro gesto altruísta entregó 20 mil dólares a una escuela de música en Miami. 

En aquel entonces, Gente de Zona hizo el donativo “justo después” de haber sido objeto de una polémica por la cual, meses después les fue retirada la llave de la ciudad de Miami; por lo que muchos – en marzo del 2017 – se “salieron” de la fanaticada por entender que no había sido un gesto voluntario, sino “inducido por las circunstancias”.

Muchos le recriminaron al dúo lo mismo que ahora le recriminan al “Chacal”: ¿por qué no realizaron esa donación a una escuela de música cubana? Conocedores del tema señalaron incluso que varios de los estudiantes de al menos dos de las principales escuelas de música de La Habana estaban sufriendo las consecuencias de la falta de instrumentos o del aprendizaje con instrumentos en mal estado. A algunos les molestó más el gesto del integrante del dúo Randy Malcom, que hasta hace algunos años estudió en una de esas escuelas.

Con relación al gesto del Chacal, algunos lo defendieron diciendo que “el dinero es suyo y hace lo que quiere con el”, mientras otros expresaban que las autoridades cubanas no lo dejarían hacer eso en Cuba, y otros hasta sarcásticamente aludieron al hecho de que la Aduana solo le dejaría entrar seis juguetes porque los demás se los decomisa.

Tirantez a un lado, la nobleza del gesto no puede pasarse por alto. A fin de cuentas lo que importa no es quién efectúa el gesto, sino quién es el destinatario, los verdaderos protagonistas, y en este caso son los niños.

Lo justo es, visto desde una perspectiva social equilibrada, que cuando El Chacal regrese a Cuba realice un gesto similar, y con ello equipararía su nobleza.