Cubana recibe clases online mientras hace una cola

Una joven cubana estudiante de periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana se encontraba esta mañana en una cola para comprar café, alentada entre otras cosas porque ayer, afortunadamente, pudo comprar detergente.

“Hoy me siento con ánimos de construir el socialismo“, dijo en broma desde La Habana E.T vía chat de Facebook. La joven confiesa haberse levantado bien temprano para asegurar dos paquetes de café tras meses -admite- tomando agua de borra.

En camino hacia el lugar, E.T se encontró una “fuente natural” -entiéndase, por favor, que se trata de un salidero (ver foto)-, que la obligó a dar un pequeño rodeo, antes de llegar a lo que ella llama “lugar de los hechos”.

Una primera mirada, narra esta cubana, le pudiera decir que llegó con buen pie -“con el pie derecho”- a la tienda. En la acera, pocas personas, dispersas, pero…

“Parecen pocos, dentro de un rato comienzan a salir de los portales o de las matas. Los he visto hasta durmiendo en gajos, a dos y tres metros del suelo”, confesaba hace poco la misma testimoniante; un hecho que ya hasta se ha hecho común, y sobre el cual han alertado no pocos portales y periodistas independientes cubanos.

Precisamente café es lo que ahora mismo urge recoger de las matas y en medio de las lomas, en la provincia de Santiago de Cuba. Las autoridades de la indómita provincia cubana convocaron a una recogida masiva que no incidirá seguramente en que en las tiendas del territorio o a nivel nacional, el café se haga “más presente”. La mayoría de este café que se recoge en las montañas del oriente del país se destina a la exportación.

Lo interesante del relato de E.T sobre su experiencia matutina en una cola habanera es que mientras marca en la cola y espera su turno asiste a sus clases online gracias a los datos que tiene en su teléfono.

E.T no habla del ciclo que por estos últimos meses ha marcado su vida: compra productos, intercambia, revende, compra datos, da clases online, cola en una tienda y confiesa que no le importa mucho. Tiene los objetivos claros en su vida. Lo primero, dice, es graduarse. Lo segundo, irse del país.

Ariel P.

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