Cuba: ¿un fin de año con apagones?

Un tuit del ministro cubano de Economía encendió las alarmas. ¿Los apagones arreciarán durante Navidad y fin de año?

Los más optimistas empezábamos a ver los brotes verdes. Poco a poco, el transporte se fue restableciendo y algunos centros recreativos retomaron sus programas culturales. Nuestros corazones se estaban esperanzando. Pero luego del pasado 4 de diciembre, la cosa pinta fea.

Alejandro Gil Fernández, ministro cubano de Economía y Planificación, sembró el pánico al anunciar que, ante las nuevas sanciones impuestas a buques petroleros par parte del gobierno estadounidense, la administración sin otro remedio, acudiría  a los apagones.

La polémica medida, en la manga desde los tiempos de la famosa coyuntura, vuelve a ponernos sobre aviso: “Se nos pide resistencia, contando con nuestra supuesta intransigencia revolucionaria. Es tiempo de pactar, pues los de abajo somos los realmente afectados”, expone Alexis, artesano de la feria de 23 y M.

Aun cuando la entrada de petróleo parecía mejorar, muchos productos de primera necesidad escasean en las tiendas, los precios del transporte aumentaron y los cubanos sufrimos las consecuencias de medidas económicas desesperadas. ¿Venían en esos barcos también el café y los productos de aseo en falta?

En la calle no se habla de otra cosa: “Imagínate si nos vamos a pasar el fin de año sin luz. Además de pensar en los alimentos, vamos a estar hasta 2020, literal, con la zozobra de recibir las campanadas a oscuras”, declara Julia, trabajadora de la Terminal de Ómnibus.

“Me preocupa la vuelta de la coyuntura: sin comida, sin transporte, resistiendo. Me parece que Trump debería plantearse ese tipo de medidas, pues los de arriba solo nos aprietan el cinturón para no variar ellos su estilo de vida. Esas disposiciones no hacen sino ahogarnos más”, afirma Manuel.

La incapacidad de prever por parte de las autoridades cubanas inquieta a los ciudadanos: “Desde la adopción de la medida, nuestros gobernantes debieron trazar un plan por si empeoraba la cosa. Dimos todo de nuestra parte hace unos meses, se nos pide pensar como país y acometer sacrificios, ahora, ¡otro Período Especial no aguantamos!” finaliza.

Es este el momento para sacar adelante los frutos monetarios de las misiones internacionalistas, las exportaciones de alimentos que el paladar cubano no puede degustar y los beneficios del turismo, sector al que hemos destinado una cuantiosa suma, para dar confort a visitantes cada vez menos abundantes.

“Me dan igual las medidas a tomar, pero creo firmemente en el deber del Estado cubano de evitar, por todos los medios, aplicar las medidas extremas a los ciudadanos. Los jóvenes de ahora no son como yo era, un ferviente revolucionario. En la situación actual, una metida de pata puede costarnos el Socialismo”, advierte Pedro Pablo, jubilado.

María Carla Prieto