Cuba: Ni modelos impresos de dieta ni QR

En Ciego de Ávila no hay modelo de dieta médica, y en Matanzas se sustituye el papel por códigos QR. En ambas provincias, hay problemas.

Residentes en la provincia de Ciego de Ávila y otros de la provincia de Matanzas estarían confrontando problemas para adquirir alimentos, unos por “la dieta” y otros “normales”, por dos situaciones distintas que a la vez guardan cierta relación entre sí.

Atención, porque la noticia se las trae.

Resulta ser que en Ciego de Ávila, se perdieron los modelos para las dietas. Esto es un modelo regulado, impreso y “certificado” por el gobierno que es llenado por los médicos en el caso de que determinado paciente requiera una dieta especializada -más viandas, más leche, cierto tipo de leche, más carnes- y el cual es presentado en la OFICODA, donde se le da de alta, para que en las bodegas las personas puedan obtener su dieta “especializada”.

El caso es que en Ciego, se perdieron esos modelitos de papel, y varias personas se quejan de que no han podido renovar las dietas por la falta del dichoso modelito.

Así lo cuenta el diario Invasor en una nota fechada en el día de ayer.

Ayer cerró el plazo de renovación para las 18 442 personas que reciben dietas en el municipio Ciego de Ávila, y el diario provincial abordó el problema de no pocos avileños que se quedaron sin su dieta.

Dice el Invasor que esta decisión es contraria a la “acordada meses atrás como parte de la Resolución Conjunta Número 3 de 2020 entre los ministerios de Salud Pública (MINSAP) y de Comercio Interior (MINCIN).” Una normativa que “extendía, de forma excepcional y por cinco meses para las provincias de La Habana y Ciego de Ávila, la vigencia de las dietas médicas, tanto de adultos como las relacionadas con las enfermedades crónicas de la infancia, cuyos vencimientos correspondían a los meses de septiembre a diciembre del año pasado”.

El diario, con justeza, critica lo sucedido porque ” lo lógico era que cada persona beneficiada acudiera a su consultorio médico en busca de la declaración jurada que garantizara la renovación correspondiente, lo que se convirtió en otro problema, pues dichos modelos médicos brillan por su ausencia en muchos de los centros de atención primaria de Ciego de Ávila”.

Por si fuera poco, esta contradicción entre lo que se orientó desde los ministerios nacionales y “la orientación que recibió Odalys Lorenzo Morales, directora municipal de la Oficoda”  refleja otra arista de un problema que termina afectando a las personas más vulnerables: la falta de coordinación entre distintas entidades del país.

El diario avileño señala que sin potestad la Oficoda para extender las prórrogas y sin modelos para que los médicos las expidan, todas aquellas personas que debieron renovar antes del 30 de enero, no verán sus productos llegar a la bodega.

En Matanzas el problema es con los QR.

Ante esta situación acontecida en Ciego de Ávila, la falta de papel, seguramente una persona inteligente acudiría a solucionarlo mediante la telemática. O la tecnología. Es lo lógico.

Sin embargo, en Matanzas, no pasa así. En la provincia hay “problemas” con los códigos QR que se le entregó a una parte de la población, la más vulnerable, y que ahora han sido retirados para ser sometidos a revisión, según explica este reporte noticioso.

Al parecer hubo “irregularidades”. Es decir: se le entregaron QR a familias que no los necesitaban. O tal vez sí, pero estos los vendieron. O “más arriba” de manera corrupta, se entregaron QR de más, o a quien no lo merecía.

Es por ello que ahora se ha creado una comisión que se encargará de verificar, caso a caso, en cada casa, no solo si el QR dado fue merecidamente otorgado, sino que se les preguntará cómo fue que los adquirieron.

Como pueden ver, en Matanzas se eliminó el papeleo y se sustituyeron por unos QR, pero ni eso solucionó el problema. De hecho, dio lugar a otro.

Ariel P.

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