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Cienfuegos: Sin “suplemento” para donantes de sangre

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En la provincia de Cienfuegos, el famoso suplemento dietético que se le da a los donantes de sangre está desaparecido.

De pequeño, en mi barrio, en ocasiones algún que otro vecino deseoso de un buen desayuno acudía temprano a los Bancos de Sangre a donar el preciado líquido para recibir a cambio un sustancioso bocadito de jamón y queso y yogurt. Eran varios los donantes de sangre en mi edificio, lo recuerdo. Ello te permitía además, tener el diploma de donante, con lo cual garantizabas “un buen mérito” tanto en tu CDR como en tu centro de trabajo, para cuando llegaran los ventiladores, los refrigeradores, los televisores, la casa en la playa, la reservación en un hotel.

Con el tiempo, todos esos estímulos materiales se fueron perdiendo y quedó, “triste y solitario”, el refrigerio. Un refrigerio que con el tiempo cambió también. Del yogurt se pasó al soyourt o al cerelac; luego al refresco instantáneo. El bocadito de jamón y queso se quedó en bocadito de jamonada, y luego más tarde en bocadito de requesón. Mi padre era donante de sangre, así que sé de lo que les hablo.

También recibían “un suplemento”, en las carnicerías. Ahora, y de acuerdo el testimonio de Orlan Reyes Laffita, “la cosa está peor”.

Laffita escribe desde la provincia de Cienfuegos, y lo hace a nombre de “otros donantes voluntarios de plasma sanguíneo“, para denunciar ” las irregularidades que vienen registrándose allí con la entrega de los suplementos dietéticos” para quienes como él donan sangre. Aunque Laffita no se refiere como tal al “refrigerio” que te dan en el Banco de Sangre, finalizado el proceso de donación, sí se refiere – y con mayor preocupación, diríamos – al famoso “suplemento”, que de acuerdo con indicaciones en la provincia, se le da en las carnicerías a los donantes de sangre regulares.

Tal situación, escribió Laffita a la sección Acuse de Recibo del diario Juventud Rebelde, viene presentándose desde 2015. Ellos se han dirigido a las autoridades de la ciudad, y al momento se resuelve el asunto, pero al pasar los días vuelve a fallar el suplemento.”

El resultado es que varios de los donantes voluntarios de sangre, se han retirado de ese programa tan altruista y humano.

Expresa Pepe Alejandro en su nota que los donantes “han reclamado de varias maneras al Banco Provincial de Sangre, pero la irregularidad vuelve por sus fueros.”

«Simplemente nos enteramos del problema después de realizar las donaciones, al dirigirnos a la carnicería para recoger el suplemento; y este no se encuentra ubicado. Todo ello ha ido creando malestar en los donantes», refiere.

Y pregunta: «¿Cómo nos recuperamos de los 600 mililitros de plasma que entregamos voluntariamente (…)?”

Quienes donan sangre, necesitan recuperar esos 600 mililitros. Es sangre que el organismo necesita recuperar. Ese “suplemento” no debe faltarles, como no debe faltar el bocadito y el yogourt en el Banco.

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