Las carencias de la seguridad alimentaria en Cuba

Texto y foto: Lucía Jerez

Problemas con la seguridad alimentaria en Cuba: algunos aceleran el proceso de maduración de las frutas

La batalla por la inocuidad de los alimentos, a fin de apostar por nutrientes libres de productos químicos y agentes físicos o biológicos, es un reclamo mundial. Sin desechar la necesidad de determinados abonos e insecticidas para controlar las plagas en los cultivos, se aboga por prescindir, en la mayor medida posible, de conservantes y sustancias que alteren su evolución natural.

En la población cubana son frecuentes las protestas ante frutas que han sido manipuladas con plaguicidas con el objetivo de acelerar su maduración y poder llevarlas a las tarimas de los mercados.

El Flordimex, conocido también como Efetón, es uno de los empleados por los comerciantes. La frutabomba, el plátano, la guayaba, el mango y, el aguacate, suelen ser los más afectados por estas malas prácticas de maduración. Según SaludVida, la revista de divulgación científica del sitio digital Infomed, si bien este componente es autorizado para aplicarse controladamente en el período precosecha, en determinadas siembras, con dosis puntuales y diferenciadas, nunca debe hacerse en la poscosecha.

La situación ha desatado temores en gran parte de los ciudadanos, quienes se acercan a las mesas de venta a palpar y oler las frutas una y otra vez.

“Yo te garantizo, que por lo menos en mi espacio, nunca te vas a encontrar ninguna barbaridad de esas. Aquí las cosas llegan verdes. Puedes fijarte en las cajas. Cuando están en su punto es que se comercializan. Yo trabajo sin inventos”, asegura Jimmy, vendedor del agro de la calle Tulipán, en el municipio Plaza de la Revolución.

Sandra cuenta haberla pasado muy mal mientras estuvo embarazada. “Me recomendaron comer frutas por las vitaminas que tenía que incorporar a mi organismo y me fue muy difícil, pues no confiaba en ninguna de las que veía. Terminé por hablar directamente con un agricultor, contarle sobre mi estado e implorarle que me las cediera, directamente, tal y como las recogía de los árboles”.

Una disyuntiva parecida tuvo Dinorah cuando su mamá fue operada de vesícula. “Debió hacer una estricta dieta que prohibía cualquier comida a la que se le hubiese incorporado algún químico. Me desesperé, la verdad, porque no hallaba qué llevar a casa”.

Para Ignacio Jiménez, campesino mayabequense, la cuestión radica en que muchos sembradores quieren acopiar la cosecha antes de lo establecido para aprovechar la subida de los precios, aun cuando no haya habido tiempo suficiente para la maduración.

“Lo ideal es arrancarlo ya hecho o pintón de la planta, sin alterarlo con nada. Claro, mientras ellos están creciendo en la tierra es importante echarle una serie de abonos que optimizan su desarrollo. Es algo que está autorizado y que se hace en el resto del mundo. Pero aquí no los hay. La frutabomba, por ejemplo, requiere del polvo de potasio. No obstante, en la isla es casi imposible usarlo por su ausencia”, afirma.

“Eso tú te das cuenta muy fácil. El mango, cuando está inyectado se siente duro, incluso, puede que se pudra así verde. Es ácido, su sabor no es el normal, y de la misma forma sucede con el resto. El racimo de plátanos, si ha sido forzado con estas técnicas, permanece con su tallo tierno y adquiere un color veteado o un amarillo demasiado fuerte, en el que a veces destacan manchas”, advierte Leoncio.

“En sentido general eso nos perjudica a todos. Pero piensa en un niño pequeño, con meses de nacido que le quieras hacer una papilla, un jugo o una compota. Estamos viviendo frente a un peligro muy grande para la salud y no hay inspectores capaces de controlarlo”, dice Ileana, madre de un bebé de dos años.

Los conflictos que enfrentan los cubanos para alimentarse medianamente bien, con lo poco que tienen a su disposición, no solo comienzan en los bolsillos; se extiende hasta el momento de no confiar en lo que van a ingerir. Está siendo vulnerable la tan referida seguridad alimentaria, uno de los puntos que con mayor énfasis defiende la Organización de las Naciones Unidas.