Capacitan en Uruguay a 9 técnicos cubanos “vinculados a la producción e industrialización de la leche”

La Embajada de Cuba en Uruguay publicó en su página de Facebook la noticia de que nueve técnicos cubanos “concluyeron un curso de capacitación en una escuela de lechería uruguaya” luego de cuatro meses donde “recibieron adiestramiento de parte de los profesores de la Escuela Superior de Lechería de Nueva Helvecia, departamento de Colonia, en las áreas de producción lechera e industria láctea, complementado con el trabajo directo con el ganado vacuno.” Al parecer volverá la leche entonces a los hogares cubanos. ¿Cierto?

La Embajada dijo que ese curso “se inscribe dentro de un amplio programa de cooperación entre ambos países que incluye el intercambio de experiencias en la formación técnico-profesional“. Próximamente tendrá lugar el tercer curso, y “se propone que 18 estudiantes cubanos provenientes de la veterinaria y disciplinas afines tomen parte del mismo.”

Gracias a la participación por la parte cubana del Ministerio de la Agricultura (MINAG) y el Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), y por la parte uruguaya del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), estos jóvenes cubanos regresarán al país “capacitados en la producción e industrialización de la leche”, solo que habría que ver si luego de cuatro meses de adiestramiento y capacitación, todo lo aprendido les servirá para revertir una industria que lleva más de 60 años en pleno retroceso.

Se trata de una esfera donde realmente el país no ha mostrado ni un solo avance significativo durante todo ese tiempo. Cuba, lejos de incrementar su producción lechera para garantizar – como se prometiera – “un vasito de leche para cada ciudadano”, ha tenido que hasta importar leche en polvo para suplir las necesidades del país.

Esta es una de las deudas históricas de la llamada Revolución con su pueblo; y es que lejos de percibir un incremento en la producción de leche que evidentemente trae aparejado un incremento en el número de animales y carne para la población, ha debido admitir con resignación la derrota.

Recientemente, el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías al abordar este tema, le restó importancia a “la vaca” y ponderó las virtudes del avestruz y de la jutia, dos animales que, aunque vengan expertos del mundo entero a criarlos y alimentarlos, jamás lograrán que den aunque sea “un vasito de leche”.