Ayquemuela: una web exquisita en un mar de tormentas

La web Ayquemuela es un referente noticioso de Cuba. Sus noticias están redactadas con fino humor y son tristemente “ciertas” (a veces)

Tal vez usted la haya visto y hasta haya reído con sus exquisitas noticias. Ayquemuela (ayquemuela.com) es otra web cubana -pensada para el público cubano- donde no faltan las noticias para reflexionar sobre la realidad cubana actual desde un matiz diferente y distinto. Un matiz no tan pesimista. De hecho, para nada pesimista.

En Ayquemuela cualquier cosa puede ser verdad o mentira, pero eso no importa. Agobiados en este mar de miserias noticiosas sobre la isla, donde todo parece malo y todo a la vez lo es, reír con las cosas que dice un Ministro abusador que jamás se atrevería a levantarle la mano a nadie en el Canal del Cerro de lo guapo que es; o reír con una convocatoria para evitar que las madres nombren a sus hijas “Humberto”, por culpa de Humberto López, es hasta lógico que suceda y a la vez refrescante.

En Ayquemuela, usted puede ver a Sandro Castro, el nieto de Fidel Castro Ruz, atrapado a 70 millas de Cuba y ya que mencionábamos al personaje más odiado en la TV cubana en la actualidad -sí, les hablamos de Humberto López – descubrimos que su libro “Historia de la Neobajeza” ya se encuentra disponible en Amazon.

Hacer reír, desde la miseria, es un arte que parece reservado a muy pocas personas y Ayquemuela da su aporte en ese sentido. Todas sus noticias son políticamente deliciosas e irreverentes, tal y como debe ser el humor político; tal vez demasiado cortas para nuestro gusto, pero a veces hay que tomarse un ligero descanso.

Un amigo me advirtió de la web hace cuestión de un mes, y el mensaje me sonó raro. Parecía una especie de “dime qué te parece esto” y prometí decirle la verdad. Horas o días después, terminé dándole algunas ideas, y labrando el camino para una futura entrevista.

¿Quiénes están detrás de Ayquemuela? Les prometo que no revelaré el nombre, porque dado el interés en ofrecer una visión política de la isla mediante el choteo y la burla, es lógico que sus creadores prefieran el anonimato. Eso sí, aclaro: no por falta de compromiso político.

Ariel P.

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