Presidente de Bielorrusia: “Con sauna y vodka se cura el coronavirus”

Un viejo amigo de Cuba, el presidente de Bielorrusia Alexander Lukashenko ha dicho que “el vodka y la sauna pueden curar el coronavirus”, y por supuesto que en otros lugares del planeta es el hazmerreír del día.

Alexander Lukashenko se niega a establecer una cuarentena nacional y continúa haciendo caso omiso de las preocupaciones sobre el brote de COVID-19, y ha llegado a afirmar que beber vodka e ir a una sauna puede curar al cuerpo del COVID-19.

Según las palabras de Alexander Lukashenko, beber 50 ml de vodka al día puede evitar el contagio del virus, e ir a una sauna también. No está claro que Alexander Lukashenko sea un experto en virología, pero el líder de Bielorrusia debe haber pensado que si otros presidentes del planeta salen a la luz pública a decir alguna que otra idiotez, él también tiene derecho a decir la suya. ¿O no?

Lo cierto es que Lukashenko ha rechazado sistemáticamente las advertencias dadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).  Cientos de países en todo el planeta aplican medidas estrictas para frenar la propagación del coronavirus, pero Lukaskenko aplica su fórmula mágica de sauna y vodka para curar el virus – o prevenir el contagio, da igual en este caso – e incluso, socarronamente ha sugerido que “trabajar en los campos y desayunar a tiempo son las mejores maneras de mantenerse saludable.”

“La gente está trabajando en tractores, nadie está hablando sobre el virus. En las aldeas, el tractor curará a todos.”

“Los campos sanan a todos,” dijo.

Lukashenko dijo además que las medidas de precaución seguidas por los países de todo el mundo son producto del “frenesí y la psicosis”.

Lo cierto es que Bielorrusia está justo en el mismo medio entre Europa (Polonia) y Rusia; más cerca de Varsovia que de Moscú, aunque un poco más distante – claro está – de los focos europeos (España e Italia), y con 152 casos confirmados en el país, y cero fallecidos; las cifras son bajas si las comparamos con el resto de países en el área. Polonia, por ejemplo, país fronterizo con Bielorrusia tiene 2132 casos confirmados de COVID-19, con 31 fallecidos y apenas 7 recuperados. Ucrania, otra de sus fronteras tiene 549 casos, 13 muertes y 8 recuperados. Lituania, ubicada al norte y fronteriza con Bielorrusia, tiene 533 casos con 7 fallecidos y 7 recuperados; Letonia, otra de sus fronteras, no tiene fallecidos, pero tiene 398 casos confirmados y un recuperado. Rusia, por último tiene 2377 casos con 17 muertos y 121 recuperados.

Esta “casualidad” hace que Lukashenko exprese que los bielorrusos “no sufren la misma psicosis que los de Europa occidental”, como si la psicosis transmitiera el virus.

La poca cordura le ha llevado a Lukashenko a admitir que está ansioso porque continúen los partidos deportivos, y los organizadores del fútbol bielorruso han dicho que no tienen intención de posponer los partidos o cancelar la temporada.

Alexander Lukashenko aspira a que con vodka y sauna, los bielorrusos lleguen sanos y salvos a celebrar el Día de la Victoria contra el facismo el próximo 9 de mayo, un día en que veteranos de la Segunda Guerra Mundial salen a desfilar por las calles en lugar de quedarse en cuarentena, en casa, como aconsejan todos los demás países.

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