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Cuba

Abogado de Pablo Lyle logra ver en el video lo que nadie ha visto

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El abogado del actor mexicano Pablo Lyle, Bruce Lehr, continuó haciendo su trabajo tal cual suelen hacer todos los abogados defensores, que es: defender a su cliente. Y lo hizo ante las cámaras de Suelta la Sopa, programa de Farándula que otra vez fue a hacer preguntas a gente cercana al actor.

Lo sorprendente de la entrevista es que en ella, el abogado del mexicano se reveló como una especie de X-Men.

Según él, “todo el mundo vio” que Juan Ricardo Hernández fue“cargando contra el vehículo donde se encontraba Pablo, golpeando con fuerza en la ventana;” un auto en el que viajaban además, la esposa del actor y sus otros hijos dos pequeños. Tres adultos que dejaron a un hombre abandonado en una escena. Tirado inconsciente. El primero que lo vio y lo dejó tendido fue Lyle. Luego, los otros dos.

Esto dicho al final del párrafo anterior pudiera ser una especulación, por cuanto ni su cuñado ni su esposa han sido acusados de nada. ¿Tal vez solo Lyle es responsable y los otros dos no vieron nada?

Y sí, es especulativo. Tanto o más como las declaraciones del abogado que afirma que Juan Ricardo Hernández “golpeó con fuerza…

Revisando el video una y otra vez, no se aprecia claramente en ningún momento que el cubano haya tocado con fuerza en la ventanilla del auto rojo. ¿Estaba molesto? Sí. ¿Se paró junto a la ventanilla? También. ¿Fue él quien fue a protestar? Sí. ¿Debió haberlo hecho? No.

Pero…

¿Golpeó con fuerza en la ventanilla del auto? Es probable. ¿Estamos seguros? No se aprecia con claridad. Esta prueba, solo es admisible bajo el testimonio de los testigos que iban dentro del vehículo. No es “lo que todo el mundo vio”, abogado Lehr.

Lo que sí todo el mundo vio es que Juan Ricardo se retiraba hacia su auto al parecer con su rabia ya desahogada, cuando Lyle emergió en un asunto en el que a él ni siquiera le habían soplado un cabello.

Esta marcha hacia el auto de Juan Ricardo, algunos de sus defensores la han interpretado como que “tal vez iba a buscar un arma“. Bajo la ley de Stand on Your Ground, ir caminando hacia un auto, incluso tras una trifulca, no es una amenaza creíble a no ser que, digamos, Juan Ricardo lo hubiese anunciado. Es decir: que hubiese anunciado que iba a buscar un arma, o hubiese proferido algún tipo de otra amenaza creíble. El anciano cubano no parece decir nada, a no ser para sus adentros, pues ya estaba lejos del auto rojo.

Otra cosa es si Juan Ricardo hubiera llegado al auto y hubiese introducido su cuerpo en el vehículo, o abierto la guantera o el maletero, en señal clara de que sí estaba buscando algo, lo que el anciano cubano nunca hizo. De hecho, lo que todo el mundo puede apreciar es que cuando Lyle se encima al anciano este no contraataca, al contrario. Su gesto es puramente defensivo. ¿Quizás creyó que este otro venía a hablar y quedó sorprendido?

Lo que sí todo el mundo vio es que Juan Ricardo fue golpeado por un hombre que lo superaba en juventud y tamaño. Lo que todo el mundo discute ahora es “el golpe”. Las cámaras no son del todo claras, pero no parece un típico puñetazo. Lo que ya muchos saben es que Lyle es practicante de Artes Marciales. Lo que todo el mundo sabe es que cuando uno conoce de Artes Marciales, las usa el 99,9% de las veces.

Lo que sí todo el mundo vio es que el anciano quedó inmovil en el piso y todos, a bordo del auto rojo, se marcharon. De este “abandono” nada se le preguntó al abogado por los de Suelta la Sopa; y nada él, por supuesto, dijo

Eso, lo sabe el abogado Lehr, y seguramente lo sabrán los doce miembros del jurado que seguramente dictarán sentencia por el cargo o los cargos que finalmente le impute(n) la Fiscalía este 1ro de mayo.

Por suerte, afortunadamente sus palabras al final del video son lo más cierto que dijo: ESO, LO DECIDIRA EL JUEZ

Roberto A.

 

 

Comentarios
1 Comment

1 Comment

  1. Belkis García García

    April 19, 2019 at 1:26 am

    Como dice Niurka Marcos, si mató que pague, que indemnice a la familia del hombre asesinado,que caiga sobre el homicida el peso de la ley. Que se haga justicia.

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