Abogado de Florida asesoró a ganadores de Lotería Mega Millions

El abogado es conocido como “el abogado de la Lotería”.

Un abogado de la Florida se ha convertido con los años en el principal asesor de ganadores de Lotería y dice que al menos unos 6 ganadores de lotería al año terminan siendo representados por él, lo cual sin dudas es una sustanciable ganancia para sus bolsillos. La mejor anécdota sobre el trabajo de este abogado no es esa, sino que fue a él quién se le ocurrió un truco “legal” para que unos ganadores de lotería pudieran cobrar su dinero y seguir en el anonimato. Desde entonces, se ha vuelto más famoso aun.

Su nombre es Kurt Panouses y entre sus clientes ganadores de la lotería están los cuatro ganadores del premio mayor de $1 mil millones de Mega Millions del pasado mes de enero. Kurt Panouses estableció un nuevo nombre de club para estos clientes, Wolverine FLL, y nos habla sobre ellos. Dice que son “muy buenos amigos que probablemente sean mejores amigos ahora”; y que la mayoría tiene entre 45 y 65 años de edad.

Pero ya contaremos la historia sobre el ticket ese más adelante.

Refiere el abogado de la Florida, especializado en impuestos y sucesiones y con sede en el estado del Sol, que desde que asesoró a esos cuatro amigos de Michigan, él ha ganado renombre nacional como “abogado de lotería”.

Normalmente ha asesorado durante varios años a muchos de estos ganadores. Les habla sobre varios aspectos relativo a la riqueza, a medida que adquieren el estatus de millonario.

Un hueco en el sistema

No sabría decir si es chovinismo o no, pero ser abogado de la Florida le dio a Panouses quizás “la luz” para encontrar el hueco en el sistema que le permitió a esos cuatro amigos de Michigan cobrar el cheque de los mil millones del Mega Millions sin necesidad de verse “expuestos”.

En Michigan, de donde son esas cuatro personas, a los ganadores de la lotería supuestamente no se les permite el anonimato, pero Panouses encontró “un área gris” -más bien, el hueco en el sistema- y pudo reclamar con éxito el premio en la forma de  club, y manteniendo las identidades de los ganadores en privado.

Lo hizo, enfatiza, “para que puedan vivir sus vidas”.

“Da miedo tener este tipo de riqueza”, dijo el abogado Panouses desde la Florida.

Se siente -admite- como “el escudo de todos”.

“Eso es lo que hago, soy su escudo. Ayudaré a este grupo y les daré algo de privacidad para que puedan vivir en paz y felicidad. No quieres que entren en esta riqueza y tengan un sentimiento negativo”, agrega.

Entre los consejos que Panouses les da a quienes se convierten en millonarios de la noche a la mañana está esta regla de oro: mantenerlo en secreto.

Otra: proteger ese pequeño trozo de papel increíblemente frágil y valioso en el que están impresos sus números ganadores hasta que el boleto sea cobrado oficialmente.

Panouses recuerda qu, cuando fue a buscar el boleto ganador, este ni siquiera estaba metido en una caja fuerte.

“La mayoría de la gente no confía en el banco y esconde el boleto en algún lugar de su casa”, dijo Panouses. El abogado revela que entre sus clientes millonarios hay uno que escondió el ticket ganador en el congelador. Y otro que compró una bóveda en Office Depot, metió el boleto dentro, y luego comenzó a perforar con un taladro el piso para sujetar la bóveda al concreto.

“Estaba perforando concreto y eso se puso caliente. Podría haberse incendiado el ticket”, contó Panouses, horrorizado.

La historia del ticket de los mil millones

Revela Panouses que aunque nunca reveló los nombres, sí le tuvo que decir a su esposa -solo a ella- que él sabía quiénes eran los últimos ganadores de mil millones de dólares.

Nadie en su oficina lo supo, ni nadie más hasta que él estaba volando a Detroit hace dos semanas para tomar posesión del boleto y transportarlo a la oficina de lotería para hacer las cosas oficiales.

Pero, ¿cómo fue que “apareció” en la vida de Panouses y de esos cuatro amigos el ticket de los mil millones?

El abogado Panouses, desde la Florida, ofreció además detalles sobre cómo estos cuatro afortunados que se ganaron los mil millones en el Mega Millions, en el mes de enero se hicieron con el dichoso ticket.

Afirma el abogado de la Florida que estas cuatro personas son “fanáticos de la Universidad de Michigan. De ahí el nombre del club bajo el cual se reclamó su premio: Wolverine FLL Club”.

Después de pagar los impuestos, se fueron a casa con $ 557 millones para repartir. Entre cuatro.

Uno de ellos fue quien compró el ticket en la tienda Kroger en 47650 Grand River. Pasaba por ahí y entró, porque se acordó que ninguno de sus tres amigos había comprado el boleto que finalmente los convertiría en ganadores del Mega Millions de $ 1.050 millones. Compró varios tickets de los que da la máquina automáticamente y se fue para su casa.

No fue hasta el otro día en el que se dio cuenta que los números 4-26-42-50-60 y Mega Ball 24, habían sido la combinación ganadora de ese premio sorteado el 22 de enero.

Horas antes les había compartido a los otros tres los números que había adquirido. Y fue uno de ellos el que llamó al que había comprado el boleto para darle la noticia. El hombre se encontraba friendo unos tocinos, para desayunar y los tocinos se le quemaron.

Cuando le hizo la anécdota al abogado Panouses, y este le interrogó intrigado acerca de la historia del desayuno quemado, le contestó:

“No importa, que se hubieran quemados. Compramos tocino nuevo”.

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