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Cuba

Vandalizan monumento a José Martí, en Bolivia

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Un monumento erigido a la figura del apóstol de los cubanos, José Martí, fue vandalizado durante las protestas que están teniendo lugar en Bolivia y que, aún no han terminado a pesar de la salida del poder del mandatario Evo Morales y la instauración de un gobierno que, supuestamente, respalda a los manifestantes. O al menos a una gran parte de ellos.

Porque de la otra, están los que respaldan al dirigente aymara, exiliado en México; pero los que vandalizaron el monumento al más grande de todos los cubanos son contrarios a Evo Morales. Un cartel que reza “Evo, Cabrón” atestigua que quienes ultrajaron la memoria de Martí son sus rivales, y no sus parciales.

En el monumento, de dos piezas, graffitearon el más famoso de los Versos Sencillos de Martí; y en una de las piezas, colorearon de verde al apóstol de los cubanos.

Ya en más de una ocasión diversos medios, influencers, blogueros y periodistas cubanos residentes en el exilio han insistido en su solidaridad con relación a todos aquellos que se manifiestan en Venezuela, Bolivia, Ecuador – por citar los tres ejemplos “más clásicos del Manual del Socialismo del Siglo XXI” – contra esos gobiernos.

Pero ninguno de los símbolos patrios de la nación cubana fueron puestos por el actual gobierno de la isla. Tanto la bandera cubana, tantas veces quemada en Venezuela, como el culto a la figura del cubano más grande en toda la historia de la nación cubana, son propiedad de la nación y de su pueblo, no del gobierno cubano.

Es injusto y ofensivo – y no hablo aquí del tema “cubano” – que cada vez que exista una protesta por mejorías sociales, políticas o económicas en un país, se recurra al vandalismo como forma de protesta; pero en el mundo sobran los ejemplos de esta incultura y analfabetismo. Los vándalos arremeten contra todo; queman lo mismo un edificio histórico, que derrumban un monumento que tiene 500 años. Su cultura de anarquía unida a su poco conocimiento de hasta sus propios símbolos patrios y figuras patrias los lleva a arrasar con todo mientras son presas de la ira. Más si “eso” les hace recordar un gobierno.

Hace unos días sucedió con nuestro José Martí en Bolivia. El único hombre capaz de unir a todos los cubanos en el momento histórico que más caudillismo hubo en la historia de la nación cubana. Hasta allí fueron a pintorretear al apóstol, creyendo que con su “valerosa” acción estaban dando un ejemplo de civismo. ¡Qué errados están!

Lo aseguro: ningún “desadaptado social” de ningún país, por más daño que le pueda infligir a un símbolo patrio cubano, podrá borrar con su ira y poca cultura, los años de historia que ese símbolo carga sobre sus espaldas.

A Martí – créanme – no se le daña, ni de pensamiento.

por Roberto A.


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Comentarios
2 Comments

2 Comments

  1. Amado José Castellón Rodríguez

    November 17, 2019 at 1:32 pm

    Hace unos días, y sin conocer estos hechos, comenté a un amigo mío, los patrimonios y la cultura perdida en cada guerra, en cada acción de protesta o cambios de gobierno… Cuanta cultura, cuanta historia, cuanta belleza y cuanta sabiduría se ha perdido ya en el mundo por tanta incomprensión…

    • Redacción Cuballama

      November 19, 2019 at 8:19 pm

      tiene toda la razón, amado. las guerras y la intolerancia hacen mucho daño, da igual la zona del mundo en que se den los hechos.
      saludos

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