TV en Cuba: Descrédito y sin retorno

La TV en Cuba es un bochorno. En los últimos días han acudido a un “vale todo” para despotricar contra cualquiera; mintiendo incluso; manipulando más.

A la televisión cubana no le bastaron los 14 de San Isidro y los 300 del MINCULT y en un arranque de verdadero descrédito, sacaron a la luz pública el nombre de Julito Fernández Estrada, el hijo de Fernández Busté de quien el dizque jurista, y ahora locutor de la TV en Cuba Humberto López dijo algo como que actuaba, según le pagaban.

El ataque contra Julito, un abogado de excelencia en la isla, profesor universitario, expulsado de la Universidad de La Habana sin motivo que lo justificase, en boca de un mediocre jurista de Colón, Matanzas, dice un amigo, “es la continuidad”. Según él, que López, atacara a Julito Fernández -abogados ambos- es la segunda parte del ataque que Lázaro Manuel Alonso, periodista, dedicara a Carlos Manuel Álvarez, periodista también y por más señas, compañeros de aula. Buscan, dice ese amigo, sembrar una idea “profesional” sobre el “profesional”.

A todas luces la estrategia es burda. Por un lado, los medios independientes, Internet y las redes sociales han hecho la contraparte de la labor de Lazarito, a quien en pocas horas le sacaron toda la ropa sucia y se la expusieron en una tendedera. En su deshonroso pasado figuran no pocas manchas, que a una persona con un mínimo de decoro, la hubiesen enviado a pasarse unas vacaciones; pero no a Lázaro, cuya cara dura es notoria. Si pudo comprarse dos casas en La Habana y “apertrechar” una en Pinar del Río chantajeándole y mintiéndole a un amante en Miami durante años, ¿qué significa volver a salir en la TV, donde nada perturbará su discurso? Nada.

La TV en Cuba, por estas horas, sumados los programas especiales protagonizados por Lázaro y Humberto, ha dicho más mentiras y ha tergiversado y manipulado la información a su antojo de tal manera que los conocedores medianamente inteligentes de la situación, aseguran que lo único que queda ahí, creíble, es el parte del tiempo cuando lo da Rubiera.

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Fíjense si manipulan la información a su antojo que, la tan cacareada reunión con los artistas que “no comulgan con EE.UU.”, estuvo caliente, con declaraciones bastante subidas de tono y escandalosas, pero en la TV se le ha dado “el manejo acostumbrado” a la información.

El error cometido el sábado, con el pase en vivo al teatro, que casi provoca que el vocero cultural del gobierno Alexis Triana tenga un infarto, no volvió a cometerse. Así que quedó, el resto del día y el domingo, un resumen más limpio.

Fue así como el irreverente -dentro- Gabriel Guerra Bianchini, quedó, fuera, ante las cámaras, como un crítico mesurado.

La perla del pastel fue el actor Renecito de la Cruz, que todavía no sabemos qué fue a hacer el 27N al MINCULT. Renecito reapareció, ahora, en la reunión del poder con los artistas “impolutos” y sus declaraciones, con un discurso por las ramas, de varios minutos diciendo sin decir nada, ha sido el hazmerreír entre colegas y conocidos.

Tanto pulió la TV lo que tenían que decir todas estas personas, que el problema de fondo, ha quedado como un error del Ministerio de Cultura; la falta de reuniones sistemáticas…

Si quieren aprender de sistematicidad, pienso yo, bien pudieran pedirle consejos a la Seguridad del Estado, el MININT y la PNR, verdaderos responsables de todo este problema. ¡Ellos sí que son continuidad!

Lo demuestran los acosos y vigilias perennes y constantes en las afueras de las casas de Luz Escobar, Anamely Ramos, Hector Valdés. No hay día en que falte una patrulla. No hay día en que no les digan que no pueden salir a la calle.

Ariel P.