Primer Ministro cubano agradece gesto de nombramiento por parte de Díaz-Canel

El Primer Ministro cubano Manuel Marrero Cruz dio las gracias por su nombramiento, pero unas fotos en Internet, de un hijo suyo, lo están haciendo quedar mal.

“Mil Gracias a Raul, al Partido, al Presidente Diaz-Canel, al Presidente Lazo y a los Diputados que en representación de todo el pueblo han confiado en mí para esta alta responsabilidad. Vamos a ejercer un gobierno por el Pueblo y para el Pueblo. #VamosPorMás.” Con esas palabras de agradecimiento se refirió vía Twitter, el recién nombrado Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, al gesto de su nombramiento por parte de la alta dirigencia cubana; un hecho trascendental que no ha pasado desapercibido para nadie pues como quizás nadie hubiese sospechado vino matizado con dos hechos “grises” muy a pesar de Marrero.

Mil Gracias a Raul, al Partido, al Presidente Diaz-Canel, al Presidente Lazo y a los Diputados que en representación de todo el pueblo han confiado en mí para esta alta responsabilidad. Vamos a ejercer un gobierno por el Pueblo y para el Pueblo. #VamosPorMás. pic.twitter.com/gY6xSn09E8

— Manuel Marrero Cruz (@MMarreroCruz) December 22, 2019

De su nombramiento ha trascendido “la sorpresa”. Muy pocos o casi nadie, esperaba que Marrero Cruz se llevara el título; no por delante de Bruno Rodríguez Parrilla; Roberto Morales Ojeda; Inés Chapman Vaugh y Jorge Luis Tapia Fonseca.

Su nombramiento ha puesto a muchos a hurgar en sí Marrero merece o no tal distinción.

Sin embargo, en una “coyuntura” tan difícil como vive la isla, su nombramiento pudiera obedecer a varios factores, el principal el económico. Los vínculos del MINTUR con GAESA son notorios, pero antes de tener como imagen a un militar, mejor “un gerente conciliador.”

Marrero, de probados dotes para la conversación y el diálogo, uno de los pocos ministros sobrevivientes al “Raulazo” tras la cesión del mandato en la isla entre los hermanos Castro se puso de pie mientras era ovacionado. Raúl, sentado delante, le estrechó la mano.

Horas después comenzaron los primeros “síntomas” de que algo no anda bien; al menos no en casa. No en casa de estos dirigentes.

Imágenes de un hijo suyo, cuyo “tren de vida” está muy por encima del nivel del vida de todos los cubanos a los cuales Marrero y la tropa de la Asamblea piden ahorro y austeridad, salían a la luz pública. De todas las fotos divulgadas – y hay bares, discotecas, ron, hoteles, piscinas – llamaron la atención las que el mancebo se muestra delante y dentro de un jet privado.

Por si fuera poco, un ex Especialista Principal Comercial del Grupo Hotelero Gran Caribe, salió horas después a hablar de Marrero, su afición al Whisky de etiqueta negra; a su caracter prepotente y a cómo, bajo el efecto de los tragos, nuestro Primer Ministro manda a cerrar piscinas de hoteles en plena temporada alta del turismo.

Manuel Marrero agradeció el gesto, pero de lo que más se habla ahora es de las fotos de su hijo.

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