Pavel Pino regresa a Industriales

El zurdo Pavel Pino regresó a Cuba luego de un periodo de estancia en República Dominicana, país al que emigró de manera legal en busca de abrirse el camino hacia las Grandes Ligas estadounidenses.

Sin embargo, a pesar de haber entrenado sin cansancio y haber causado una grata impresión en los campos de entrenamiento su esfuerzo no le bastó para que un scout de alguna franquicia liga mayorista se fijara en él y le ofreciera un contrato que le permitiera treparse en algún montículo de la Gran Carpa.

Pino, uno de los mejores brazos zurdos que ha visto la capital en su roster en los últimos diez años, marchó hacia República Dominicana “decepcionado con las oportunidades ofrecidas en la Serie Nacional”, dijo el portal de Cubalite.

En Quisqueya – dice Cubalite – “estuvo durante más de tres años sin que apareciera un conjunto profesional interesado en sus servicios”, aunque algo se dijo sobre la posibilidad de que fuera a pitcher al país del Sol naciente (Japón) un hecho que nunca se concretó.

Pino pitcheó en varias temporadas en la isla antes de salir en busca “del sueño de Grandes Ligas”. Su balance de triunfos y fracasos fue de 24-17. Pitcheó para 5.05 PCL con 162 ponches propinados en 295.2 innings, principalmente como relevo.

Pino dijo a Cubalite que sus planes inmediatos son volver a integrar los Leones de la capital.

Quedará por ver ahora si esos tres años en República Dominicana fueron “tres años perdidos” o si el zurdo de la capital aprendió algo durante su estancia en esa tierra, porque a fin de cuentas los campos de entrenamientos allá, muchos de ellos “asociados” a equipos de Grandes Ligas han surtido el efecto necesario en algunas jóvenes promesas. Casi todos han pulido algún defecto en el cajón de bateo, mientras que algunos pitchers han perfeccionado sus lanzamientos e incorporado uno nuevo a su repertorio.

¿Habrá sido Pino uno de esos? Esperamos que sí, y que al amparo de el nuevo acuerdo firmado entre las Grandes Ligas y Cuba, el zurdo de Los Pinos encuentre finalmente la mano que lo guíe hacia el mismo lugar que pensaba llegar tres años atrás.