Pasajeros denuncian las actuales condiciones de la Terminal de Batabanó

Los splits y las pantallas planas están de adorno. En la Terminal de Batabanó, las condiciones empeoran además porque tampoco hay personal de limpieza

La principal vía de entrada al territorio de la Isla de la Juventud es la marítima. Esto es debido a la capacidad de los barcos de acoger más de 200 pasajeros. Antes de arribar a Nueva Gerona el viajero debe hacer estancia en la Terminal de Batabanó, que aunque fue sometida hace solo cuatro meses a una reparación capital, hoy no presenta las condiciones favorables que se anunciaron a finales de agosto.

Las expectativas de los asiduos al lugar fueron muy altas. “Estábamos cansados de la suciedad y la incomodidad”, comenta una señora a las afueras de la agencia. Pero, la realidad de la Empresa Viajero en estos momentos terminó decepcionando a los ciudadanos y convirtiendo el espacio en algo muy parecido a lo existente anteriormente con “la diferencia de que a este le pintaron las paredes”, agrega.

“Estamos en diciembre y aquí dentro parece que recién comienza agosto. Esperaba encontrar un salón climatizado y al llegar me di cuenta que necesitaría un abanico para hacer mi estancia más agradable”, declara Eloisa, que desde principios de año no visitaba la ciudad pinera.

En el salón, los dos split cuelgan en la pared pero se prefiere mantenerlos de adorno y optar por abrir las puertas para que circule el aire. “Eso es parte del ahorro energético. Comenzamos así casi recién inaugurados, específicamente desde septiembre cuando la crisis del combustible y no nos han dado luz verde para utilizarlos”, declara un trabajadora del sitio.

Ramiro es un señor de 65 años que lleva viajando toda su vida y confiesa que para algunas cosas “fue peor el remedio que la enfermedad”. Por ejemplo, explica que la capacidad en la sala de última hora es insuficiente para todos y en los exteriores de la terminal en muy pocas ocasiones quedan ofertas gastronómicas. Por tanto, para ingerir alimentos se hace obligatorio esperar al barco.

Los televisores son otro de los objetos decorativos de la entidad. “Pusieron pantallas planas por gusto. Los viejos de antes al menos se veían y uno pasaba las horas más entretenido”, opina Randy, joven de 30 años.

Niurka es una joven madre de una niña. A ella lo que más le molestó fue la ausencia de agua. “Ni para el baño, ni en las neveras. Si tienes sed te toca resolver con una lata de refresco”. En las afueras de los sanitarios permanecen cubetas para que la población descargue, porque tampoco existen auxiliares de limpieza en el recinto.

Los días de viaje son largos más en este periodo cuando las demandas aumentan porque todos desean pasarlos junto a sus familiares. Muchas de las personas que llegan hasta aquí vienen de dormir por varios días en lista de espera y su única petición es disfrutar de una estancia agradable, para que las horas se tornen menos angustiosas de lo normal.

Texto y fotos: Vladia Rosa García