Dice el MINCIN que en Cuba las oficodas hacen ajustes y actualizaciones. La gente que no está en isla, pero siguen en las libretas, son miles, a juzgar por las colas que se están viendo.
En medio de larguísimas colas en cada Oficoda del país, surgidas tras los rumores sobre la imposición de severas multas a quienes aún tenían en la “libreta” de abastecimiento a algún fallecido, familiar emigrado o preso, dos hechos matizan “la mañana” de este redactor. Uno gracioso. Otro no tanto.
Dice desde Cienfuegos nuestro colaborador Pedrito que la mismísima presidenta de su CDR estaba ayer en una cola de esas en la Oficoda. Que él la vio.
La mujer, de nombre Yolanda, tiene un hijo “revolucionario” supuestamente estudiando una maestría en México; y el esposo, en Miami, hace dos años. Con el padre en Miami, es posible imaginar “la maestría” que está cursando el hijo de la presidenta de su CDR.
Pedrito nos confirma que “el niño” lleva un año y pico en México, y que la presidenta, muy revolucionaria también, tiene a los dos en la libreta. Al padre y al hijo.
“Lo del esposo que está en Miami lo sé yo, porque llamó a Jesús, el que vivía enfrente de mí; le dijo que estaba allí“, cuenta Pedrito vía telefónica.
“Compadre, eso aquí es un relajo. El papá de ___ tiene a su sobrino en la libreta, que se fue para Suecia en el 93. ¿Dime algo?“, preguntó.
Pedrito prometió averiguar con el bodeguero, amigo suyo, cuántos casos hay de ese tipo en la bodega; pero dice que en su cuadra debe haber, aparte de la presidenta del CDR, al menos par de casos más y menciona a Yanelis, la hija de otra vecina que se mudó diez cuadras hacia el Prado, que asegura él hasta el 2018 “estaba en la libreta”.
“Tú sabes que la mamá me daba los cigarros, así que te aseguro que estaba ahí“, dijo casi al final de la llamada.
La otra noticia es precisamente lo contrario de esta anterior.
Una nota del Mincin señala que las Oficinas de Registro de Consumidores (Oficodas) realizan actualmente un proceso de actualización de datos. Para todo el que viva en Cuba, o haya vivido en Cuba recientemente, ya sabe de que va esta “actualización”.
La nota señala que no se aplicarán multas, aunque sí se faculta al Registro de Consumidores para dar baja de oficio a las personas que están fuera del país.
Actualización del Registro de Consumidores. #Cuba #CubaViva @DiazCanelB @PresidenciaCuba @LuisTFonseca @BetsyDazVelzqu2 @MiriamP04398282 @GriselAvila13 @FranSilvaHerre1 @OteroPupo @LubenSmith
⬇️⬇️⬇️https://t.co/TwFNo5s5a8— Comercio Cuba (@MincinCuba) January 27, 2021
Pedrito dice que hace años esas verificaciones se hacían. Venía alguien de la Oficoda a la cuadra, se entrevistaba con la de CDR o la de Vigilancia….
“¡Hasta la talla de calzoncillos se llevaban“, explica nuestro colaborador riéndose, y afirma que su hijo se fue del aire de la libreta, donde lo tuvo 8 meses después que se fue del país, por un “chivatazo” de esos.
“No dudes tú que fue la misma Yolanda descarada esa; pero bueno, me da igual“, afirmó.
Para darle de baja a su hijo, Pedrito tuvo que correr casi una semana entre la Oficoda y el Registro, porque tuvo la mala suerte que en el Registro le quitaron un nombre al hijo y “no coincidían los datos”.
Ahora, en pleno brote de covid-19, ver colas para dar de baja de la libreta a un fallecido, emigrado o preso, es significativo; muestra del “descaro” generalizado; aunque asume que es “lo normal” porque “ladrón que roba a ladrón….”
“Dicen que van a meter multas de hasta 5000 pesos. ¡Muchacho! Yo no tengo ahora mismo ni la mitad de ese dinero en el banco“, expresó este simpático colaborador nuestro que por suerte o desgracia, tiene un hijo fuera que no le manda casi nada.
“Casi nunca, díselo si lo ves, que no te engañe“, se rió.
Ariel P.
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