Idalmis Gato: de Morena del Caribe a posible auxiliar de limpieza

El nombre de Idalmis Gato está ligado indisolublemente a la memoria histórica dentro del volleyball femenino cubano y también ligado a la historia del deporte cubano. Y porqué no: al deporte mundial. A fin de cuentas son pocos los atletas que pueden blasonar por todo el universo de tener varias medallas olímpicas. Más si son en Olimpiadas distintas. Mucho más aún si todas son medallas de oro.

Integrante de aquel equipo que fue bautizado como “Las Morenas del Caribe” por el locutor René Navarro,  aquel que en su momento pudo ser considerado sin dudas el mejor equipo del Siglo XX*, Idalmis ha concedido desde su incómodo retiro una entrevista al portal Oncuba en la que, entre muchas historias y dolores confiesa algo que a todas luces parece inaudito: a pesar de poseer tres títulos olímpicos, a pesar de haber sido durante años integrante de las Morenas del Caribe, un día fue a buscar trabajo y le ofrecieron el de Auxiliar de Limpieza.

“Ningún trabajo es deshonroso, pero pienso que a mí eso no me tocaba, conmigo deberían haber tenido otra salida”, comentó al periodista Boris Luis Cabrera Acosta la otrora volleybolista y actual entrenadora de aerobios en el combinado deportivo José María Pérez.

Oro en Barcelona 1992, Atlanta 1996, y Sidney 2000, Idalmis, para algunos, es una “privilegiada”. Recibe 300 cuc mensuales como estímulo por ser campeona olímpica. Los recibe con una condición: tiene que mantenerse “en activo”.

¿Trescientos cuc mensuales? Atletas con menos medallas olímpicas actualmente son funcionarios públicos, ministros, delegados, entrenadores… y el salario que perciben es 10 veces ese valor.

Sin embargo, en la entrevista oncedida a Oncuba el tema salarial es apenas una circunstancia. Una frase más expresada en un largo mar de quejas y desasosiego: Idalmis se queja de estar muriendo lentamente. Y olvidada.

“El olvido es la forma más cruel de matarte lentamente”, dice la triple medallista olímpica.

“El tratamiento que han tenido, al menos en mi caso particular, no es el mejor. Eso me da mucha tristeza, aquí nadie del INDER ha llamado a ver cómo una se encuentra. Si no fuera por esa carta que tengo que entregar todos los meses, no sabrían si estoy en Cuba o no. Conmigo no han tenido ningún detalle y no estoy hablando solamente de cosas materiales.

“Yo vendí aguacates, tomates, tamales, jugos, trabajé en parques, en pasillos de edificios, en centros de trabajo, en patios de escuela. El olvido no me vence, pero ver que otros deportistas reciben tarjetas de felicitación, cestas de regalos, reconocimientos, y a ti no te llega nada, me da mucho dolor.

“¿De qué me ha valido tener tres títulos olímpicos? ¿Cómo se sentirán los atletas activos de hoy viendo que los que dieron su juventud y su vida por el deporte han quedaron en el olvido?”, se pregunta Idalmis.

Idamis relata que el carro que un día le dieron a esta leyenda del volleyball mundial “se destruye en un parqueo por falta de piezas” y que el apartamento que un día le asignaron “está en muy malas condiciones“.

“Nadie – expresa la nota – es capaz de dar darle solución a ninguno de sus problemas, a pesar de haber hablado personalmente con los máximos dirigentes deportivos del país en varias ocasiones.”

No sin dolor confiesa que tiene amistades atletas de otros países y que le es imposible invitarlos a su casa “porque ni ellos se imaginan dónde vives”.

“No me he cansado de llorar a solas muchas veces para desahogarme,” expresa.

Su dolor va más allá.

“¿Quién es , se pregunta, el director de la escuela nacional de voleibol? Un compañero que nada tiene que ver con ese deporte”, expresa Gato con la esperanza de que ella, o cualquier otra de las Morenas del Caribe, asuma un día las riendas de un deporte en el que un día Cuba fue número uno en el ranking mundial en el femenino, y estuvo entre los 5 grandes del masculino. Y por varios años.

Pero si con esto no bastara para comprenderla, revela que un día fue a entrenar a la Escuela Nacional de Volleyball y ni siquiera la dejaron entrar.

Gato, desde su retiro, no cree que “haya grandes cambios con esta directiva” en el INDER. Considera que glorias del deporte como Mireya Luis, Javier Sotomayor o Ana Fidelia Quirot, “deberían ser los verdaderos dirigentes deportivos de este país.”

“Esa gente se merece esas funciones, saben cómo piensa un deportista, de sus problemas, etc. Si siguen los mismos en sus mismos puestos no hemos hecho nada, no avanzamos en nada. Hasta que no se haga una limpieza completa, el INDER va a seguir cometiendo los mismos errores. Cuando el deportista se retira, se acabó todo”.

La entrevista completa a Idalmis Gato puede ser consultada en el siguiente enlace.

* El equipo nunca fue nombrado oficialmente como el mejor del mundo, a pesar de que durante al menos 15 años era practicamente imbatible. Fue sin embargo, a su entrenador, Eugenio George, a quien le concedieron el título de mejor entrenador del mundo del Siglo XX. También Regla Torres, una de las integrantes de aquel legendario equipo fue nombrada Mejor Voleibolista del Siglo.