Cuba
ETECSA: otra queja, otra vez
La realidad y los misterios de ETECSA superaron los deseos de una impedida física de poder contar con un teléfono en su vivienda.
Una cubana residente en la zona 19 de Alamar, en el municipio de Habana del Este, escribió a la columna Acuse de Recibo para aportar un grano de arena más en la “inmensa obra” de despropósitos de la compañía telefónica ETECSA en la isla.
La mujer escribió para quejarse y hacer patente su ira por un hecho que se resume en lo siguiente: tenía aprobado un teléfono desde el 2016 y jamás se lo pusieron.
La mujer, impedida física, estuvo muchos años haciendo gestiones para que le fuera otorgado un teléfono. Como usa silla de ruedas para desplazarse, tener un teléfono le sería sin dudas de inestimable ayuda para realizar tareas vía telefónica, sin necesidad de moverse de su hogar.
Sin embargo, la realidad y los misterios de ETECSA la superaron. De hecho, refiere en su misiva, jamás recibió una respuesta.
Su hermana realizó múltiples gestiones para saber qué sucedía con la asignación, y dando tumbos de aquí para alla supo recientemente que desde el año 2016 la Comisión del Gobierno municipal de Habana del Este había aprobado el teléfono en la vivienda.
«Nadie nos dio explicación alguna, refiere; el compañero que atendió a mi hermana le puso al lado de esa aprobación un no, aludiendo a que en mi edificio no había pares. Y cuando mi hermana le dijo que después de 2016 habían puesto varios teléfonos en mi edificio, y en la propia escalera donde resido, él dijo que son traslados de otros municipios».
«¿Cómo es posible que el Gobierno me otorgue desde 2016 y Etecsa no me lo ponga porque no hay pares, y haga instalación de los traslados después de esa fecha? Se supone que si no hay pares, no puedan instalar ningún teléfono», expresaba en su carta la mujer, identificada como Julia René.
«(…) Estos son los problemas y las incomunicaciones que dañan a nuestro pueblo; se supone que si fluyera una buena comunicación, no se me hubiera otorgado por no haber pares y se me hubiese explicado; o se me hubiera buscado una solución alternativa. Mientras, sigo esperando…», concluye su queja Julia.
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