¿Es permitida la entrada de menores de edad en los bares de Cuba?

Texto y foto: Vladia Rosa García

Los chicos menores de edad en Cuba aseguran que se cuelan en bares donde se venden bebidas alcohólicas, pese a las prohibiciones

Saily cumplió hace poco los 16 años. Es alta, de cuerpo voluminoso y la mayoría de las personas piensa que tiene más edad. Ella es amante de las salidas y las discotecas. Permitir su entrada a un local de este tipo está vetado por la ley, pero ¿quién controla?

Desde el año 2005, según informa la resolución No. 334 de la Gaceta Oficial, “en todos los establecimientos dedicados a la venta de bebidas alcohólicas se divulgará, adecuadamente, la prohibición de acceso a los menores de edad”.

“He entrado dos veces, pero hay días que se pone la cosa mala y no puedes ni asomarte por aquí”, comenta Dariel, de 17 años, a las afueras del bar de 3ra y 18, en el municipio Playa. “Depende del portero, a algunos le das un dinerito por arriba y te dejan pasar después de la una de la madrugada cuando la diversión sube y los de adentro están en nota”.

Durante la apertura de los negocios cuentapropistas, en un principio no se contemplaba el servicio de bar como entidad única debido a que la mayoría se consideraban discotecas nocturnas. Con respecto a esto, el diario Granma aclaraba que en el 2016 solo los restaurantes no estatales podían brindar dicha prestación. Para el año 2018, Cuba debido al déficit de espacios recreativos y nocturnos modifica los permisos de servicios gastronómicos y acepta la proliferación de este tipo de actividades.

Entre los 15 y los 18 años buscar donde ir supone algunas complicaciones. Para las fiestas en la noche eres muy pequeño, pero tampoco existen instalaciones del gobierno que velen por la recreación adolescente. Inclusive, los medios oficialistas se han hecho eco de esta problemática en más de una ocasión. El sitio web de la emisora Radio Rebelde  reconoce la ausencia de espacios disponibles para este grupo etario, que son los más necesitados por las características de la edad y los valores en formación.

Ahmed revela otra estrategia para entrar a estos lugares. Él asevera ser socio ya  del portero del King Bar, ubicado en el Vedado. “Tengo que ir antes de que se llene. Como somos varios le dejamos caer algo de dinero, y después no hay lío mientras garanticemos consumir”.

Al decir de los trabajadores de dicho club: “Permitir  adolescentes es una candela, pero cuando está lleno se hace muy difícil identificarlos. Todos son clientes por igual y no tenemos tiempo de ir por todo el local pidiendo carnet”.

Iván, portero de Efe Bar, afirma que durante su turno no es posible la entrada de personas que no sean adultas. “Aunque vengan con los padres, con personas mayores, siempre pido el carnet. Algunos chicos, de ambos sexos, parecen tener más edad. Sobre todo el rango de 15 a 20 confunde mucho. Por eso siempre hay que verificar”.

“La entrada a la Fábrica de Arte Cubano es imposible si tu carnet no indica 18 años. Tengo un amigo que le ha faltado una semana por cumplirlos y le dicen que venga el día del cumpleaños, mientras no. En otros sí existe la posibilidad”, atestigua Belkis.

“Hasta que no busquen otras opciones tenemos que seguir intentando infiltrarnos y pasar.  Nosotros también queremos divertirnos”, apunta un grupo de chicas.

Los jóvenes se aburren los fines de semana. Ya ni el cine ni el teatro forma parte de las preferencias de la sociedad actual. Ahora los caracterizan los “team” de Facebook con  modas extranjeras descabelladas para nuestro contexto, la rivalidad entre ellos y sobre todo mantener un estatus entre los de su época. Esta forma de vida urbana también influye en las preferencias y las costumbres de los muchachos. “No puedes lucir bien, tener más de 500 seguidores en Instagram y visitar centros baratos; sino nadie va a ver tus publicaciones, y dejarás de ser tendencia”, comenta Dany FireApple.

Con respecto a esto, Momy quien acaba de cumplir los 16, asegura que la mayoría de las veces salen todo el grupo junto y entrar es como un juego. Explica que en las rede sociales se hacen votaciones por las fotos y también se compite por ser el piquete que logre colarse a un negocio particular. “Pasa semanas entre las preferencias porque estamos consiente de que está prohibido”.