Cubano acude a prensa oficial para denunciar desaparición de su lavadora

Luis Mariano Rodríguez Bárzaga (calle 16 no. 1, entre Donato Mármol y Quintín Banderas, Palma Soriano, Santiago de Cuba) envió sendas cartas a las redacciones de los diarios oficialistas Juventud Rebelde y Trabajadores donde, en ambos casos, denunció un mismo hecho: la desaparición de una lavadora Sanyo que envió desde La Habana a través del servicio que ofrece la Unión de Ferrocarriles de Cuba.

Sin embargo y tras largos cuatro meses de espera, Bárzaga no ha obtenido una respuesta satisfactoria por parte de esa entidad. Hasta el momento su caso sigue sin solución; su lavadora sigue extraviada, y los $250 CUC que le costó la misma también “se perdieron” (al menos de su bolsillo).

El bulto fue despachado el 4 de octubre de 2018 por el expreso ferroviario.

El “expreso” sin embargo se convirtió en el “Tren de Morón” o “El Expreso del Oriente”, donde suceden cosas extrañas, porque la lavadora Sanyo, con número de guía 373680, a nombre y dirección de su esposa en Palma Soriano, jamás llegó a su destino.

Luis Mariano relata que esperó un mes y medio, pero al ver que el electrodoméstico no llegaba se personó en las oficinas de la UNF en la provincia de Santiago de Cuba. Allí fue atendido por el jefe de esa entidad quien le confirmó la mala nueva. Su lavadora se encontraba entre otros ocho bultos perdidos.

Comenzó entonces un largo cabalgar entre visitas, reuniones, comisiones creadas para investigar los hechos, y el consiguiente papeleo y reclamaciones entre La Habana y Santiago para delimitar responsabilidades. Dice Bárzaga que los sellos de la casilla ferroviaria estaban intactos; que además su lavadora aparecía en la guía – es decir: fue contabilizada como subida a bordo – pero a Santiago nunca llegó. “Alguien” la bajó antes de tiempo.

«Vivimos en un país donde dignidad, moral y vergüenza están por encima de todo», afirma. «¿Cómo es posible que personas inescrupulosas se aprovechen  de la falta de control y exigencia para apropiarse de lo que no es suyo? Creo que son momentos de definiciones, en las cuales habrá que medir la permanencia de cada quien en su cargo, por su sensibilidad y capacidad para solucionar los problemas del pueblo», concluyó diciendo en su misiva.

La lavadora al parecer lava en otra casa otra ropa que no es la de la familia del doliente y es muy probable que nunca sea recuperada. ¿Por qué esperar tantos meses para devolverle su dinero a Luis Mariano Rodríguez Bárzaga?