Cuba
Cuba niega que Rusia esté detrás de ataques acústicos a diplomáticos de EEUU
El reporte de la cadena NBC que apunta a Rusia como autor de los misteriosos “ataques” a diplomáticos de EE.UU. es una “conspiración sin evidencias ni fundamento” dijo hoy vía Twitter, Carlos Fernández de Cossío, el jefe para Estados Unidos de la Cancillería cubana.
Fernández de Cossío tachó además el artículo de “irresponsable” por citar a “funcionarios anónimos, sin evidencias” intentando “sugerir una conspiración usando tácticas típicas de un tabloide”
NBC's irresponsible story on #Cuba involves a third country with the health reports of US diplomats, quoting unnamed officials, lacking evidence and clearly trying to hint a conspiracy using typical tabloid tactics. It's an ill- intentioned and totally baseless scheme.
— Carlos F. de Cossio (@CarlosFdeCossio) September 12, 2018
El diplomático señaló que NBC “se presta a un juego peligroso” y señaló además que en las investigaciones hechas por agencias especializadas de EE.UU. se descartó el uso de armas “de ningún tipo”.
It is fair to ask why NBC would lend itself to such a dangoeorus game. #Cuba does not act and does not allow anyone to act aganist the diplomats of any country in its territory. Thorough investigations by Cuba an US law enforcemente agencies discard any weapon.
— Carlos F. de Cossio (@CarlosFdeCossio) September 12, 2018
Cossío reiteró que “en Cuba no se ataca a diplomático alguno, de ningún país y por ningún país”.
Articulo de NBC se presta juego peligroso. Insinuar conspiraciones de terceros países en #Cuba sin evidencias o fundamento, citando fuentes sin nombres e inventando intrigas. En Cuba no se ataca a diplomático alguno, de ningún país y por ningun pais
— Carlos F. de Cossio (@CarlosFdeCossio) September 12, 2018
La furia desatada por encontrar un culpable de unos supuestos ataques acústicos a los cuales fueron expuestos diplomáticos norteamericanos, y que involucró a funcionarios de otros países radicados en La Habana ha pasado a ser objeto ya de “duda” luego del escepticismo generado tras los primeros ataques de culpabilidad al gobierno cubano.
Numerosos científicos se han cuestionado casi desde el mismo inicio la existencia de un arma “ultrasecreta” que pudiera haber sido utilizada desde dentro de Cuba para causar daños a los funcionarios norteños. Ante las evidencias nulas, por parte de los investigadores norteamericanos a los cuales las autoridades cubanas brindaron amplio acceso al material investigativo y puertas abiertas para desarrollar sus actividades, al gobierno de EE.UU no le ha quedado más remedio que seguir “teorizando” sobre lo sucedido.
El hecho de que Cuba no posea siquiera una tecnología adecuada para conectar eficazmente a la Internet a un millón de cubanos, y el hecho más que probado que los supuestos audios de los ataques a los que tuvo acceso la agencia AP no parecían ser otra cosa que unos “grillos”, ha relanzado al parecer la estrategia de encontrar un culpable de algo sobre lo cual no se tiene la certeza de cómo sucedió y qué se usó para el ataque.
NBC, que reveló la víspera investigaciones de agencias de inteligencia, concluye que ante los ataques a diplomáticos norteamericanos en el consulado en Guangzhou (China), no debe estar la mano cubana – por lejana – pero sí pudiera estar la de Rusia, a quien señalan ahora como principal sospechoso.
Según NBC, hay comunicaciones interceptadas, “acumuladas durante una larga investigación que involucra al FBI, la CIA, entre otras agencias”, aunque dijeron que “las pruebas todavía no son lo suficientemente concluyentes para culpar de forma oficial a Rusia.”
La “acusación” de NBC provocó incluso un comentario de cautela por parte de altos funcionarios estadounidenses.
“Yo recomendaría que sean escépticos de esas declaraciones de funcionarios en este momento. Como deben saber, la investigación continúa sobre las causas de lo que calificamos como ataques a la salud de nuestros empleados del Departamento de Estado que han estado trabajando en Cuba”, advirtió la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en una conferencia de prensa.
