Artes Visuales
Creadores cubanos piden retirar sus obras del Museo Nacional de Bellas Artes
El director del Museo Nacional de Bellas Artes, Jorge Fernández, permanece en silencio ante las tres demandas sobre Luis Manuel Otero Alcántara
En una carta dirigida al director de Museo Nacional de Bellas Artes, varios reconocidos creadores cubanos piden que sus obras “sean cubiertas de forma tal que se impida su ‘comunicación’ con el público y que también sean retiradas de la página web del Museo aquellas que no están exhibidas pero que pertenecen a la colección, en tanto no se cumplan determinadas demandas”.
Los artistas que hasta ahora han firmado la misiva a Jorge Fernández son Tania Bruguera, Sandra Ceballos, Tomás Sánchez, César Leal, Jorge Luis Marrero, Sandra Ramos, Marco Castillo, Celia y Yunior, Reynier Leyva Novo, Cirenaica Moreira, Juan Pablo Ballester y Jorge Wellesley.
Son precisas las demandas de estos creadores cubanos:
- Liberación inmediata de Luis Manuel Otero Alcántara y traslado seguro a su residencia permanente en la calle Damas 955, San Isidro, La Habana Vieja.
- Garantía de acceso a sus familiares, amigos y colegas a su residencia, para comprobar su estado de salud físico y mental.
- Eliminación del cerco policial que tiene desde noviembre de 2020.
Ni el director Jorge Fernández, ni ninguno de los directivos, ha hecho alusión alguna a la solicitud plasmada en la carta de los creadores cubanos y que se hizo pública hace dos días. Entretanto, en las redes sociales de la institución pública subordinada al Ministerio de Cultura y al Consejo de Estado se habla de la Semana de Arte Latinoamericano.
Para pedir que sus obras sean cubiertas y retiradas de la web del Museo, los artistas se amparan en el Artículo 4, Inciso c) de la Ley No. 14/1977 Ley del Derecho de Autor a “Realizar o autorizar la publicación, la reproducción o la comunicación de su obra al público por cualquier medio lícito, bajo su propio nombre, bajo seudónimo o anónimamente”.
Hace apenas una hora, Tomás Sánchez, uno de los que firma la carta a Jorge Fernández, posteaba en su perfil de Facebook una reflexión sobre lo que acontece en Cuba.
Escribe Sánchez -quien reside en Costa Rica y como reflejaba CNN en una entrevista reciente “está considerado hoy en día uno de los mejores pintores de Latinoamérica, y sus obras se venden en casas de subastas como Sotheby’s o Christie’s”:
Muchas veces no entiendo o no comulgo con muchas de las obras o formas de expresión de algunos artistas, pero mientras no implique daño a terceros, o a la naturaleza, los cuales son parte de mis límites éticos, no entiendo cómo se proscribe o difama desde la institucionalidad que debería protegerlos. El arte cubano está viviendo horas aciagas, reducir a los artistas a la mera cuestión decorativa es devolverlos en el tiempo, no somos un motivo en una pared, somos cada uno de nosotros un complejo sistema de acción y pensamiento. La criminalización de la diferencia no es -ni será- un camino para la convivencia. Las obras de mi autoría que posee el Museo le pertenecen al pueblo de Cuba, pero ese concepto de Cuba trasciende lo ideológico o lo político. Cuba es exquisita y diversa, el arte cubano es exquisito y diverso y eso, que debería llenarnos de orgullo, es hoy día motivo de luto.
Andreu Romero