Coronavirus llega al ICRT, en La Habana

Una fuente aseguró a este redactor que aislarían el edificio del ICRT para ser fumigado, porque “ni el bigote de Serrano es inmune” a la covid-19.

Desde hace dos días una fuente que declinó ofrecer “on récord” su testimonio y que en verdad no aportó muchos datos, comentó a este redactor que había un brote de coronavirus en el ICRT. Sí, en la misma sede de 23 y M, donde se gesta la mayor parte -o casi toda- de la información periodístico propagandística que emite el Estado cubano dirigida a hacer mella informativa entre los más de 6 millones de cubanos que no cuentan como poseedores de Internet.

Aunque el grupo pudiera ampliarse a aquellos que lo tienen y que gustan de espantarse la bazofia televisiva, compuesta en sus “mejores programas” por materiales robados a la televisión extranjera, no deja de ser alarmante la llegada del coronavirus al ICRT.

La fuente no pudo dar nombres de los infectados, pero aseguró que ningún “peje gordo o conocido” estuviera “involucrado”. Eso sí, aseguró que aislarían el edificio porque “ni el bigote de Serrano es inmune” a la covid-19.

El brote se dio a conocer antier en la reunión de trabajo del grupo multifactorial que en ocasiones preside el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel. Granma lo sacó ayer, “disfrazado” en una nota cuyo titular parecía sacado de la década más triunfalista de la prensa cubana: la del 70´.

La parrilla televisiva no se ha visto afectada, pero hoy en indagaciones hechas antes de redactar esta nota, conocimos que se han tomado medidas para “aislar” los principales estudios. Ello, evidentemente, apunta a conservar al menos y a toda costa, el Noticiero Nacional de Televisión.

El coronavirus interrumpió, ayer, el espacio de Mediodía en TV, el cual no se emitió por razones que no han sido divulgadas, pero son “entendibles”.

“Lo están fumigando desde el primer piso al último, por partes”, dijo la fuente, que otra vez refirió “no saber nombres” de enfermos.

La Mesa Redonda, el programa que en los últimos meses ha cobrado inusitado interés luego de vivir la modorra de al menos una década con bajos índices de teleaudiencia, “se movió” de lugar, según informó el lunes, Oliver Zamora Oria, uno de sus presentadores alternos.

La necesidad de continuar divulgando a todo el país anuncios de gran interés para toda la nación como son las decisiones de los gobiernos en los distintos territorios con relación al coronavirus y a la crisis económica, no iba a ser derrotada por la llegada del coronavirus; así que Oliver trasladó “los tiliches” hacia una sede alternas que resultó ser “un estudio improvisado en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en lugar del habitual plató, uno de los más modernos del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), ubicado en el edificio de 23 y M del municipio de Plaza de la Revolución”, como señala hoy el portal 14ymedio.

El portal Cubanet, por su parte, señalaba que los trabajadores “más vulnerables” fueron enviados a sus casas.

Con tal reducción en la plantilla, y con la necesidad de tener periodistas “jóvenes y sacrificados” para llevar adelante la misión informativa, cerrados el transporte interprovincial, la fuente, con sorna, dijo que tal vez llegó el momento de que el intercambio cultural llegase al ICRT y volver a ver a José Luis Rumbaut, Guillermo Morales Catá, Gloria Ordaz y Rolando Nápoles, junto a otros destacados ex periodistas que, en sus tiempos, eran los habituales en el edificio, pero que, “cansados de las mesas redondas”, largaron la pata fuera del país.

por Roberto A.

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