Conciertos de fin de año en Cuba: “Lo malo se va bailando”

En casa cada cual con su música preferida, o en los conciertos de fin de año, los cubanos se disponen a bailar y pasarla bien

“Los cubanos somos fiesteros, un palo y una lata y nos basta para comenzar la rumba”, vocifera Alberto desde la puerta de su solar mientras escucha retumbar una bocina. Para esta semana la melodía se encuentra asegurada. A partir del próximo 25 y hasta el 29 de diciembre varios de los municipios habaneros darán conciertos en sus plazas principales.

Para los amantes de la buena música habrá lugares afines a los diversos gustos. Un total de 46 presentaciones abarcarán todo tipo de géneros como el son, la rumba, el rap, el rock, el jazz y la trova. Los conciertos ocurrirán en variadas locaciones de Boyeros, Habana del Este, Regla, Habana Vieja, Arroyo Naranjo, Centro Habana o La Lisa. Para la noche del viernes 27 de diciembre, muchos esperan la actuación de la Orquesta Aragón junto al Conjunto Arsenio Rodríguez, en la renombrada esquina de Prado y Neptuno.

“En los días feriados salgo desde temprano para la calle a disfrutar por todo lo alto. En la primera tarima que sienta algo de casino me quedo. Lo malo se va bailando”, comenta Juana María.

Años anteriores, entre los sitios de preferencia se encontraban la Piragua cerca del Malecón habanero y el parqueo del Coppelia en la céntrica Avenida 23 debido a su tradición de acoger artistas de primera línea. “Es la única vía que tenemos de disfrutar gratis de las grandes agrupaciones. En lo habitual, el cover de sus eventos está muy por encima de la posibilidad de la mayoría de los bolsillos de los trabajadores de la isla”, declara Julián.

Estela dice que le encanta tomarse unos traguitos escuchando canciones antiguas, boleros de amor. “Hay para todos, desde el bum, bum de los jóvenes hasta las viejas creaciones que tanto buenos recuerdos nos traen a los mayores de casa. Los últimos días del mes están hechos para celebrar y no tiene por qué ser diferente”.

Sin embargo, no todos acogen de igual forma los festejos. Julio César prefiere compartir en familia dentro del hogar. “La calle por fin de año se pone muy mala, tienes que tener mucho cuidado. Los espectáculos atraen multitudes y mientras más personas, aumentan las posibilidades de encontrar problemas. Prefiero poner mi equipo de música en el patio, tranquilo, sin otras preocupaciones”.

Noches de fiesta serán el denominador común en cada una de las provincias del país desde mediados de semana. La cuenta regresiva se aproxima. No existe mejor manera de esperar la década que mostrando nuestras grandes dotes de bailadores.

Vladia Rosa García