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Cuba

Alerta ante incendios de motos eléctricas en Cuba

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¿Por qué se producen incendios en las motos eléctricas? Cuba reportó 208 en 2019

Ante los problemas con el transporte en la isla, las motos eléctricas han devenido una solución para los cubanos con el poder económico para adquirirlas. Hasta junio del pasado año habían en Cuba 210 000, según una investigación del diario oficialista Juventud Rebelde. No obstante, los numerosos incendios de los que han sido víctima estos medios de transporte dispararon la alerta, pues en varios casos han perjudicado vidas humanas.

Datos del Cuerpo de Bomberos del Ministerio del Interior en Cuba reflejan que en 2019 se registraron 208 incendios de motos eléctricas; de estos, “164 fueron calificados como principios de incendio y 44 de pequeñas proporciones”.

Al cierre de enero último se reportaron 18 incendios de motos eléctricas. Para Orlando Medina, ingeniero eléctrico que se dedica a arreglar estas motos, el motivo recurrente es el estado de las baterías. “Ya tengan baterías de litio o de gel, estos equipos no están hechos para el exceso de uso que se les da en Cuba, donde los utilizan para recorrer distancias de hasta 80 kilómetros o más. En muchas ocasiones llegan al lugar de destino, las ponen a cargar e inmediatamente que recuperan la carga regresan sin que se enfríe la batería. Es ante esta sobresaturación que los dispositivos explotan y bastante pocas desgracias han ocurrido para el peligro que representan. Estamos claros que la situación con el transporte es complicada, pero no estamos hablando de un auto, ni de un motor de gasolina o de petróleo. Son sistemas eléctricos que suelen ser más delicados”.

“Además, las motorinas vienen con un dispositivo llamado GFCI, cuya función es controlar la temperatura y tratar de evitar este tipo de eventos adversos, pues ante una sobrecarga, se dispara y le quita la conexión al equipo. Hay fuentes que no lo traen, pero esa debe ser una prioridad pues es un componente de seguridad”, añadió Medina.

A Norberto Sosa lo sorprendió una noche el olor a plástico ardiendo. “Yo estaba sentado en la sala viendo una película y sentía un olor raro como a algo quemado que venía del garaje. Cuando me levanté vi la moto envuelta en una nube de humo. Yo la había dejado cargando. Ya me habían dicho que no era recomendable aspirar ese tóxico y comencé a llamar a los vecinos. Abrí las ventanas y la puerta, desconectamos la batería. Intenté probarla después, pero nada. Todavía está en el taller, viendo si tiene remedio”.

Yoelkis Arencibia, inspector de tránsito en la capital, aseguró que se trata de un asunto delicado, pues cuando hay niños alrededor el riesgo se duplica. “En cualquier sitio donde ocurra un incendio de moto eléctrica, ya sea un parqueo, un garaje, o en la vía, constituye un peligro; más cuando hay personas presentes. Es una explosión y hay quienes han muerto producto de las quemaduras”.

Yandri Perdomo, ayudante en un taller de reparación, explica que aunque hace poco comenzó la venta de estas motos eléctricas en el país, hubo mucha gente que las importó o las compró a revendedores. “Sucede que en algunos casos se hace difícil conseguir la batería que realmente lleva el equipo. Por tanto, hay que ponerles de una marca distinta que no es compatible con el formato original y esto supone otro riesgo para los incendios”.

Phuong es un estudiante vietnamita que reside hace cuatro años en La Habana. En 2017 compró una moto eléctrica en Revolico marca Unico. “Un año después comenzó a tener desperfectos y era necesario hacer un cambio de batería, pero no había la que necesitaba y tuve la moto parada hasta el 2019. Entonces compré una batería marca Bucatti, que costó 1 100 CUC, pero no duró más de ocho meses. Como no era la suya, reventó un día en el parqueo y ocasionó daños a los vehículos que estaban allí”, cuenta.

A Ariel Ventura el infortunio lo sorprendió cuando en su moto eléctrica bordeaba la rotonda de la Ciudad Deportiva en la capital. “La suerte fue que acababa de dejar a mi niña en la escuela, porque las consecuencias hubiesen sido peores. Cuando noté la explosión me puse nervioso y me caí, también se afectó un Chevrolet que iba muy próximo a mí. Fue un evento muy desagradable. Mi moto estaba funcionando bien, hacía un año que le había hecho una adaptación a otra batería. El problema es que conseguir aquí las piezas idóneas, se torna engorroso”.

De acuerdo a los medios oficialistas, La Habana es la ciudad donde más ocurren incendios en motos eléctricas, seguida por Villa Clara y Matanzas; Artemisa; Cienfuegos, y Camagüey.

Texto y fotos: Lucía Jerez


 

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