Aerovaradero se niega a pagar por motorina eléctrica extraviada

La hija de Granda Vilar, María Granda Palmero, fue a Panamá a finales de 2017. En ese país compró un Split y una motorina  eléctrica Mishouki, modelo Racing, con baterías de gel. Cuatro meses después fueron avisados de que ambos equipos se encontraban ubicados en el almacén de Aerovaradero, y debían recogerlos el 10 de abril.

En el portal digital de Aerovaradero, la empresa advierte a los clientes: “Usted deberá extraer su carga el día en que fue citado. De no presentarse en la fecha prevista tendrá que abonar cargos por almacenaje según tarifario aprobado”. Cuando se intenta averiguar cuáles son esas tarifas, se accede a esta pantalla, pero los supuestos enlaces de qué se debe pagar en CUC o CUP si el cliente reside en Cuba o fuera de la isla, no funcionan.

De acuerdo con el artículo de Juventud Rebelde, el cubano del reparto Cardoso se presentó en las oficinas de Aerovaradero a las 7:30 de la mañana y solo a las 6:00 de la tarde “le informaron que la motorina no aparecía; debía hacer una reclamación formal”. Daniel Ernesto Granda Vilar hizo lo que le indicaron y se le notificó que en 60 días tendría respuesta, y que “de no aparecer el equipo, lo dispuesto era el pago de 20 CUC por cada kilogramo del producto”. La motorina pesaba 135 kilogramos, si no aparecía entonces el cliente debía recibir 2 700 CUC.

Seis meses después, en octubre de 2018, Granda Vilar fue citado nuevamente por Aerovaradero: el producto ya estaba allí. Viajó a La Habana con nuevas esperanzas, pero…  “la motorina nada tenía que ver con la enviada, mucho más pequeña, y no en buen estado técnico. Faltaba el documento o router que trae pegado el paquete desde que sale de origen hasta el destino. Y tenía pegada una hoja blanca con datos escritos a plumón”, explica el periodista José Alejandro Rodríguez.

El ciudadano cubano de Santa Clara ha presentado sus quejas en la Contralía General de la República, el Consejo de Estado y la Corporación de la Aviación Civil (Cacsa), Aerovaradero, el Ministerio de Transporte y otras entidades relacionadas con lo sucedido. El pasado 6 de mayo le dijeron que ya su cheque estaba listo. Mas al recogerlo vio que era de 1 150 CUC, y no de 2 700 (20 CUC por cada kilogramo del producto:  la motorina pesaba 135 kg).

El afectado por Aerovaradero declaró al diario Juventud Rebelde: “Me orientaron continuar con el proceso de reclamación, pero con la total certeza de que no iban a pagar lo pactado por problemas internos de la empresa: Y pregunto: ¿Dónde está el amparo legal de los clientes?, ¿hasta cuándo estos tienen que pagar por los problemas internos de la empresa?“.