Cuba
Aeronáutica Civil de Cuba se confiesa “víctima del embargo”
En la reunión de balance del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba se abordaron temas medulares, entre ellos las insatisfacciones de la población.
A pesar de que al cierre de 2019 la Aeronáutica Civil de Cuba reflejó la cifra de 339 300 000 de pasajeros nacionales y 174 500 000 de pasajeros internacionales transportados, además del transporte de 7 000 000 de toneladas de carga, el organismo “se vio afectado por el recrudecimiento de las medidas restrictivas del Gobierno de EE.UU. contra Cuba,” expresa esta mañana el diario Granma.
Según la nota divulgada, la implementación de estas medidas -propias del embargo económico que mantiene EE.UU. contra Cuba- “impactó en la cancelación de las operaciones de vuelos de líneas aéreas regulares a las provincias, trayendo como consecuencia la agudización de los daños económicos con la consecuente insatisfacción de los pasajeros”.
Granma tomó declaraciones de Jorge Luis Tapia Fonseca, viceprimer ministro del país, hechas durante la reunión de balance anual del sector.
Entre las afectaciones fundamentales sufridas por la aerolínea bandera cubana, Cubana de Aviación, Granma destaca “el cese de contratos de arrendamiento de aeronaves con las diferentes aerolíneas de mediano alcance, lo que provocó la cancelación de vuelos internacionales a los destinos de Santo Domingo, México, Cancún, Caracas, Puerto Príncipe, Fort de France y Point a Pitre.”
“Esto, junto a otras situaciones ocurridas en el año, incidieron en el cumplimiento de vuelos internacionales y en el de los nacionales,” explicó por su parte Roberto Peña Samper, director de la Corporación de la Aviación Cubana, S.A. (CACSA).”
Un avión de Cubana de Aviación. Foto: Endrys Correa Vaillant
En la reunión de balance del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba se abordaron temas medulares.
Tapia Fonseca, todo un veterano dirigente dentro de la cúpula de “cuadros socialistas cubanos” dijo que “si bien es cierto que el bloqueo tiene un efecto real en la aeronáutica, los problemas internos tienen que tener soluciones”, y llamó a “resolverlos en el menor tiempo posible para convertirse en un referente de modelo en la eficiencia”.
Otro de los temas está relacionado con las “insatisfacciones de la población”, entre las que se mencionó la “impuntualidad”.
Sin embargo, las insatisfacciones del pueblo con relación a los servicios aéreos no se ciñe enteramente el retraso de los vuelos. Que en ocasiones el retraso se debe a “fallos técnicos y otras asociadas con razones operacionales y comerciales” y que solo un 1% “del total de vuelos muestreados han demorado más de los 45 minutos,” lo cual es considerado como “favorable”, no resume todas las insatisfacciones en el servicio.
Maltratos, cancelaciones sin previo aviso, terminales cerradas sin climatización, sillas deterioradas, son algunas muestras de lo que a diario enfrentan no pocas veces cientos de pasajeros en las terminales aéreas.
Granma lo reconoció de esta manera: “han existido insatisfacciones dirigidas a temas de información, rapidez en el servicio, condiciones de confort y espera en las instalaciones, principalmente en provincia, así como el incumplimiento de los términos establecidos para la respuesta a las quejas y reclamaciones,” y dijo que son “cuestiones que hay que revertir.”
En la reunión se habló de los llamados “accidentes”.
Luego de la muerte de 117 pasajeros ocurrida en mayo del 2017 tras la caída de un avión en las afueras del aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, y la publicación del controversial informe que hace recaer todas las culpas en el piloto del aparato -fallecido- las autoridades cubanas parecen haber implementado un grupo de actividades que ahora exhiben con orgullo.
Granma recoge que “durante la reunión del grupo de la Organización de Aviación Civil Internacional se mostró que Cuba registró la menor ocurrencia de incidentes para la región del Caribe, así como uno de los valores más bajos de riesgo de ocurrencia de una colisión en espacio aéreo no solo para el Caribe, sino también para la región de Sudamérica.”
“En 2019 se alcanzaron los valores más bajos, tanto en número de incidentes imputables al prestador de servicio de navegación aérea, como del valor del coeficiente de seguridad en los últimos diez años,” explica el rotativo, que a su vez recoge declaraciones de Hermes Hernández Dumas, director de la dirección técnica operacional de CACSA, quien explicó además que “la seguridad de los vuelos logró reducir en un 35% los incidentes en la aviación concernientes a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos.”
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