Próximo viaje
Para noviembre próximo Kelly y Robert Richards planean un nuevo viaje a Cuba. “Necesitamos bicicletas de montaña de estilo antiguo, nada lujoso”, precisa Kelly al reportero de The FreePress. “No necesitan suspensión, solo necesitan componentes básicos”.
El matrimonio canadiense parece estar muy enterado de la realidad de la isla. Se atreven a hablar con el periodista acerca de lo costoso que puede ser para un cubano comprar una bicicleta nueva: “una bicicleta nueva cuesta alrededor de 300 pesos cubanos convertibles (CUC, aproximadamente $390 CAD), mientras que el cubano promedio solo gana entre 20 y 30 CUC al mes”.
Kelly y Robert Richards hablan perfectamente español y tienen como costumbre tomar fotos de los destinatarios y sus nuevas bicicletas para mostrarlas luego a los donantes.
Cuando cuentan sus experiencias de viajes anteriores, se emocionan: “Cuando un hombre adulto, un hombre de 75 años, comienza a llorar porque tiene una bicicleta, muestra mucha humildad, y creo que es por eso que lo hacemos. Sabemos lo afortunados que somos de viajar y tener salud, y queremos ayudar a las personas”.
El matrimonio antes de decidir que una bicicleta será enviada a la isla, la prueba incansablemente y se aseguran de que durará en un entorno costero, donde el óxido es el mayor problema.
Además de las bicicletas, recolectan piezas, como llantas de repuesto, tubos, cables y asientos. Y aclaran a quienes quieran donar: “Las bicicletas Walmart y Canadian Tire no nos sirven porque no se pueden cambiar los componentes”.