Los residentes de la Florida han tenido que venir lidiando en los últimos tiempo con la presencia de cocodrilos y caimanes, que a menudo hasta se comen sus mascotas y algún que otro ser humano que se encuentran deambulando cerca de un lago.
Se trata del mismo caracol gigante africano que, justo antes de la llegada de la pandemia de COVID-19 a Cuba, se convirtió de la noche a la mañana en la principal amenaza del país insular.