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Cuba

Periodista cubana entre los 12 finalistas del Premio Gabo de Periodismo

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La joven periodista cubana revela que su trabajo, La sangre nunca fue amarilla, le demoró casi dos años escribirlo, “desde agosto del 2016 a junio del 2018”, sin contar otros meses más, hasta enero del 2019 verificando los hechos que le relataron todas las fuentes.

La periodista cubana Mónica Baró Sánchez finalmente se ubicó entre los 12 finalistas del Premio Gabo, cuyo ganador final se dará a conocer en la ceremonia de premiación el jueves, 3 de octubre a las 8:00 p.m, durante el Festival Gabo 2019.

La Fundación Gabo anunció los 12 finalistas y entre ellos figura La sangre nunca fue amarilla, un trabajo escrito por Mónica, quien ya resultó finalista en una edición anterior del certamen en el año

Escrito para el medio independiente Periodismo de Barrio, La sangre nunca fue amarilla “es un reportaje que reconstruye un caso de envenenamiento por plomo en un barrio de La Habana, Cuba, a partir de una exploración de las memorias y miedos de sus protagonistas,” se explica en el portal del evento.

El texto recoge los testimonios de vecinos que habitan en un barrio habanero – San Miguel del Padrón – y que por investigaciones hechas en los primeros diez años del actual siglo, descubrieron que habían estado sufriendo un proceso de envenenamiento lento, comenzado en la década del 50 del siglo pasado, a raiz de la instalación en la zona de una fundición que comenzaría a verte plomo en el manto freático.

Todavía, en 2019, falta bastante por hacer,” se puede leer en el texto.

En conversación con nuestro blog de Cubacomenta, Mónica expresa que viajará a Colombia el próximo 1ro de octubre.

La joven periodista cubana revela que escribir el trabajo le demoró dos años: “desde agosto del 2016 hasta junio del 2018“.

Mónica Baró, periodista cubana

Foto: Mónica Baró, escribiendo un texto en su computadora / Facebook

 

Sin embargo, la historia no terminó ahí.

Después vino el proceso de fact checking – verificación de datos – que me tomó hasta enero de este año, 2019“, expresa.

Ya publicado el texto, Mónica volvió al lugar de los hechos.

Tenía interés que al menos 5,6 o 7 familias tuvieran el trabajo impreso en sus manos; que lo leyeran,” apunta via Whatsapp.

Cuando fui, creo que fue un mes después de publicado el trabajo, o algunas semanas después, no había pasado nada todavía,” expresa la joven con relación a la posible repercusión de su trabajo dentro de los ministerios, organismos y autoridades involucradas en el tema del envenenamiento masivo.

De hecho, la última vez que hable con alguien residente en la zona – llamémosla “zona cero” – que debió ser como en mayo de este año, tampoco habían hecho nada. Todo sigue exactamente igual,” relata.

La gente sí estaba muy feliz con el hecho de que la historia finalmente se hubiera publicado. Después de muchas visitas, entrevistándoles, después de tanto tiempo, muchos de ellos se preguntaron si el trabajo finalmente saldría; y verlo publicado, para ellos fue gratificante porque eso les dio la posibilidad de dejar registro de su historia, de hacer su denuncia, de tener una esperanza.

Me hubiese gustado que mi trabajo cambiara la realidad de esas personas y que ayudara a todas a esas familias; pero yo sabía que podía pasar que no pasara nada,” expresó finalmente.

La sangre al parecer, continúa sin ser amarilla.

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