La tormenta tropical Barry se sigue debilitando tras su paso por el estado de Louisiana, en Estados Unidos, aunque se mantiene la alerta por riesgo de inundaciones en zonas de ese estado y de otros como Mississippi, Alabama, Arkansas y Tennessee.

Según un primer análisis del medio de pronósticos AccuWheater acerca de los daños que ocasionó Barry durante el fin de semana, la cifra estimada es de unos 10 mil millones de dólares.

En Louisiana, las inundaciones subieron entre 1 y 1.5 metros por encima de lo normal en regiones costeras de Vermillion, Iberia y Saint Mary.

Aunque en el momento de tocar tierra Barry se debilitó considerablemente, John Bel Edwards, gobernador de Louisiana, alertaba a los residentes durante una conferencia de prensa de que “eso era solo el comienzo”.

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“Este tipo de sucesos no nos son ajenos, aunque llevamos diez años sin sufrir un huracán los hemos tenido cerca durante este tiempo”, dijo Edwards a los medios. Barry “sigue moviéndose demasiado lento”, sin embargo “todavía hay una cantidad significante de lluvia en camino, y fuertes lluvias. Esperamos graves inundaciones en la parte sur de Louisiana”, explicó Edwards y al propio tiempo llamaba a ser prudentes ante las amenazas de afectaciones para la vida de los seres humanos.

Lousiana is still grappling with widespread flooding, but it was spared the brunt of #Barry wrath. Here's why – ⁦@CNN⁩ https://t.co/LlvyukrfAg

— Brooke Kelley (@Bkelley1128) July 15, 2019

143 mil 202 estaban sin electricidad ayer domingo en Louisiana, de acuerdo con datos del portal digital www.poweroutage.us. Por su parte, Latoya Cantrell, alcaldesa de New Orleans, la ciudad más grande del estado, precisó que aunque el ejército había asegurado que los diques resistirían el paso de la tormenta tropical Barry, nadie se debería confiar. “Aún no estamos fuera de peligro”, acotó Cantrell.