El cineasta cubano Orlando Mora Cabrera fue liberado el pasado sábado tras permanecer detenido durante casi cuatro horas en La Habana. Su arresto, llevado...
La captura del culpable llega como un consuelo tardío, pero no borra el vacío informativo ni la sensación de inseguridad que persiste en la sociedad cubana. Una Ley de Comunicación que no comunica, en esencia, es solo papel mojado.
La creación de esta brigada de inspectores representa un retroceso significativo en materia de libertades en Cuba. Lejos de fomentar un ambiente de diálogo y apertura, el régimen opta por reforzar su maquinaria de censura, limitando aún más la libertad de expresión y el acceso a información independiente.
Con la nueva ley en vigor, la situación para los periodistas independientes en Cuba se ha vuelto aún más precaria. Mientras los medios estatales celebran la implementación de la normativa, que según ellos "mejorará la transparencia y veracidad" de la información, la realidad para aquellos que no comulgan con el discurso oficial es cada vez más asfixiante. La Ley de Comunicación Social no solo refuerza el monopolio informativo del régimen, sino que también amplía el margen de represión hacia cualquier voz disidente.
En un entorno donde las redes sociales son una de las pocas vías de comunicación libre que quedan, estas acciones del gobierno venezolano representan una amenaza directa a la libertad de expresión y reflejan un avance hacia un estado de vigilancia total, donde la tecnología es utilizada como un instrumento de represión
La ausencia de González ha sido notoria, ya que no ha participado en las últimas transmisiones del popular programa "Bola Viva", un espacio dedicado principalmente al béisbol, el deporte nacional de Cuba, y donde él es habitual panelista.
"Una vez más ha intervenido el largo brazo de la ley. Me estaba organizando para actuar, por invitación del equipo que lo dirige, en un encuentro de comedia los sábados en el Café de Bertolt Brecht. 'Casualmente' tampoco puedo trabajar allá," señaló el humorista Ulises Toirac.
El por qué la UNEAC ha reaccionado virulentamente contra este Festival solo puede ser entendido a partir del reconocimiento que este ente cultural ejerce dentro de las Artes y las Letras en la isla.
Se quejan en el diario Escambray cómo la Ley de Comunicación Social, recientemente aprobada en la Asamblea Nacional de Cuba, busca "propiciar" el acceso a la información y eliminar la práctica de la censura.
Otra vez el Partido Comunista de Cuba mete sus garras dentro del arte en Cuba. ¡¡Hasta cuándo!! Se preguntan cientos de artistas, cineastas, realizadores, críticos, estudiantes de arte y cine.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) afirmó que la Ley de Comunicación Social aprobada a finales de mayor por el Parlamento de Cuba no hace más que “legalizar la censura”