La historia de Amanda no es solo la crónica de una recuperación física, sino también el relato de una comunidad unida por el amor y la solidaridad hacia una niña que, con su luz, ha tocado el corazón de muchos.
Después de enfrentarse a complicaciones que requerían múltiples transfusiones de sangre y plaquetas, Amanda ha logrado elevar su nivel de hemoglobina a 12, un indicador clave de mejoría en su estado general.
La comunidad de Portland y el sector de la belleza a nivel nacional siguen con atención el desarrollo de este caso, mientras la demandante busca justicia en los tribunales.
El primer paso de este delicado proceso, realizado en horas tempranas de la mañana de hoy viernes, involucró la extracción de una porción del hígado de su padre, Enmanuel Lemus.
El caso de Amanda Lemus Ortiz no es solo una historia de lucha y esperanza; es también un llamado a la acción y a la solidaridad. A través de la mirada de Natasha Vázquez y la plataforma que le brinda La Voz de Galicia, la situación de Amanda ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un símbolo de unidad y colaboración en tiempos de crisis.
La realidad cubana, a través de los ojos de estos estudiantes de medicina, es un testimonio de los desafíos y las difíciles decisiones que enfrenta la juventud en una isla en crisis.
Mientras Italia se beneficia de la experiencia y el apoyo de los médicos cubanos, el caso de Amanda Lemus Ortiz sigue siendo un recordatorio conmovedor de las limitaciones y desafíos que enfrentan los sistemas de salud en todo el mundo, especialmente en países con recursos limitados.
A pesar de que la niña Amanda tiene a su padre como donante y de que su familia ha reunido los insumos médicos necesarios para la operación, el hospital donde se encuentra no acepta estos insumos.
El reportaje de The Guardian pone de relieve la compleja situación de la salud pública en Italia y cómo la colaboración con Cuba se ha convertido en una solución temporal para enfrentar la crisis.
Esta joven madre cubana, identificada como Yasmin Bell Aguilera, explicó en su publicación hecha en Facebook, que su hijo nació vivo, por cesárea, un día no precisado a las cinco de la tarde; y que tres horas, cuarenta minutos después, le notificaron que había muerto. Según alega, en ese transcurso de tiempo ni a ella ni a sus familiares les mostraron el bebé.
Este grupo, compuesto por 130 profesionales, se sumará a los 170 médicos cubanos que ya están trabajando en la región, representando así una cuantía de 300 profesionales de la salud menos para los cubanos residentes en la isla.
La joven, nombrada Mercedes Duartes Pérez, dijo que su madre padece de los nervios y que desde hace rato está descompensada por la falta de medicamentos, y que por este motivo ella, desde el viernes, solicitó el traslado de esta hasta un centro asistencial mediante el servicio del SIUM; sin embargo, hasta ayer martes, todo había sido peloteos y evasivas.