En un caso sin precedentes que está captando la atención mundial, una mujer de 23 años en Oregon ha presentado una demanda por $1.75 millones de dólares contra un salón de uñas de Portland, alegando que un tratamiento de manicura le transmitió el virus del herpes. Este litigio ha sido catalogado por algunos como el «arreglo de uñas más caro del mundo», y no precisamente por la calidad o la exclusividad de los materiales utilizados, sino por las consecuencias devastadoras y el elevado monto de compensación solicitado.
Según informes de Fox 12 Oregon, la demandante, cuyo nombre no ha sido revelado al público, acusa al salón de uñas de negligencia, argumentando que la falta de higiene en el establecimiento fue la causa directa de su infección. Este escandaloso incidente ha desencadenado un debate sobre las prácticas de seguridad y limpieza en la industria de la belleza, subrayando la importancia de seguir rigurosos protocolos sanitarios para proteger a los clientes.
Yahoo! Voices y OregonLive proporcionaron detalles adicionales sobre el caso, destacando que la demanda presentada en la corte alega específicamente que el salón de uñas fue responsable de transmitir el virus del herpes genital a la cliente a través de herramientas contaminadas utilizadas durante el procedimiento de manicura.
Este alegato ha dejado atónitos tanto a profesionales de la industria de la belleza como al público en general, quienes ahora cuestionan la seguridad de tratamientos que antes se consideraban rutinarios y sin riesgos.
Aimee Green de OregonLive menciona que este caso podría sentar un precedente importante en cuanto a la responsabilidad de los salones de belleza y la importancia de cumplir con estándares de higiene estrictos para evitar la transmisión de enfermedades.
La demanda no solo busca una compensación financiera por el daño causado, sino que también llama la atención sobre la necesidad de regulaciones más estrictas en el sector de servicios de belleza para proteger la salud de los consumidores.
¡A mala hora vino esta mujer aquí!, dirán los propietarios y trabajadores del salón. Probablemente la que le arregló las uñas, hasta ya haya sido expulsada.
te recomendamos leer: Un cubano “valiente” interrumpe a Díaz-Canel en medio de su visita a Santiago
