Aunque la influencer aclaró en la descripción que se trataba de un restaurante “NO ECONÓMICO”, muchos no pudieron evitar sorprenderse: croquetas a 750 pesos, una pizza a 4100 pesos y, lo que más comentarios suscitó, un plato de carne por 16,000 pesos.
Mientras los turistas disfrutan de comidas refinadas, bebidas y música, muchos cubanos enfrentan la dura realidad de no saber si tendrán algo para comer al día siguiente. Es un contraste doloroso que refleja las prioridades del gobierno cubano y la profunda desigualdad que vive el país.
En las últimas tres décadas la producción nacional de leche no ha llegado ni siquiera al 1% anual de la cifra de 1,600 millones de litros anuales que requiere el país.
Elías Amor asegura que lo que impide que “los cubanos tengan un nivel de vida y de prosperidad similar al de otros países” es el hecho de mantener un modelo comunista.