Cuba enfrenta desafíos de disminución, concentración, urbanización y envejecimiento de la población. Se informó que el número de nacimientos cayó por debajo de los seis dígitos por primera vez a 99,096, la tasa de natalidad más baja en 55 años a 8.9 por 1,000 habitantes, según señalaba el portal oficialista Cubadebate en un artículo publicado exactamente un año atrás (julio/2022)
En la isla cada vez más se ven escenas que para los cubanos eran solo un panorama lejano. Ancianos hurgando en la basura, ancianos que caen por hambre en medio de la calle, ancianos que aparecen muertos sin otra explicación que la falta de medicinas, alimentos o la desatención.
La propaganda gubernamental prometía que “nadie quedaría desamparado” en el nuevo escenario pero al poco tiempo la realidad demostró todo lo contrario.
La leyenda de la poesía cubana Delfín Prats Pupo, de 77 años, sufrió un violento asalto dentro de su casa en Holguín, cuando dos sujetos ingresaron por la fuerza e intentaron robar algunas de sus pertenencias más preciadas.
Si se analiza con papel y lápiz la jubilación no le alcanza a ninguna familia promedio para comer ni siquiera en una semana. Mucho más si se toma en cuenta la cotización de la moneda libremente convertible que ya asciende a los 100 pesos cubanos y las únicas tiendas del país que se mantienen surtidas de productos son las que ofertan en esa moneda virtual.
Es conocido que la Isla posee alrededor de un 20.8 por ciento de su población envejecida y que ese índice se ubica entre los más altos del territorio. Si a eso su suman las condiciones de vida desfavorables en las que se encuentran muchos de los ancianos es común que salten a la vista preocupaciones en torno a la vivienda y los alimentos necesarios para enfrentar las bajas temperaturas.