En la tienda La Copita eliminaron la cola diferenciada para ancianos y demás personas vulnerables.
Así lo revela en una misiva enviada al diario oficialista Juventud Rebelde, Alberto Jorge Chinique, residente en Avenida 1ra. no. 4602, esquina a 46, Miramar, municipio habanero de Playa.
Alberto, hijo de una señora de 65 años que vive sola en el municipio de Playa, considera de muy pocos valores e lógica, la idea de quitar la cola que La Copita tenía para las personas mayores y aquellas otras consideradas «vulnerables».
Y no es para menos.
Ancianos, mujeres embarazadas, personas mayores y enfermos han sido, durante años, objeto de preferencia en las colas debido más que todo a sus «desventajas». Entiéndase, no poder estar tanto tiempo de pie, o al Sol…
Las desventajas sociales de estas personas son muchas y abarcan muchos sentidos en la vida cotidiana. Eliminar el tratamiento diferenciado o bondadoso es, cuando menos, insensibe e inhumano.
Sobre todo porque, estamos hablando de una tienda, La Copita, que es, en estos tiempos de crisis alimentaria, lugar donde no pocas personas vulnerables acuden a comprar sus alimentos y productos de primera necesidad.
Chinique expresa que «el Gobierno municipal de Playa no ha dado una clara respuesta a esa medida,» por lo cual queda en evidencia que, de alguna manera, las quejas han llegado al gobierno, pero del gobierno noi ha emanado una decisión alentadora.
«Lo peor es que no existen medios digitales para reclamarle, aunque realmente uno puede ir personalmente, pero algunos tienen el tiempo limitado también. Y necesitan esos medios digitales para presentar la inquietud y recibir una respuesta,» concluye el quejo su carta.
El diario oficialista reconoce que no es esta queja hacia La Copita, la primera carta que denuncia «que se haya eliminado la cola diferenciada de los vulnerables.»
La Copita, al parecer, se quedó vacía; pero de sentimientos hacia las personas vulnerables.
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