Una de las imágenes más poderosas vistas a raíz de las protestas del 11 de julio en Cuba, la de la anciana cubana Sara Naranjo, ha generado el deseo en un grupo de antillanos de ayudarla, y por tal motivo, han creado una campaña en Gofundme dirigida a hacerle llegar una ayuda económica; o como dice el pedido, devolverle la sonrisa perdida.
Sara Naranjo es una anciana cubana que se ha convertido en un símbolo de la pobreza y el desamparo que padecen miles como ella en la isla. La foto, que fue viral en internet hace nueve días, resume muy bien el estado de depauperación en que viven miles de abuelos que le dieron sus más grandes esfuerzos a un porvenir que nunca llegó, a pesar de que el régimen se los prometía a cada rato, en actos desde una plazoleta, en un centro de trabajo, o en la Plaza de la Revolución.
La anciana cubana fue vista por el lente de un celular, parada en una acera, vestida humildemente. En una mano, una cazuela vacía; en la otra, algo que parece un cuchillo.
De inmediato, miles de antillanos se sintieron conmovidos por lo que representa. Vieron en ella a sus madres, tías, sus abuelas, hermanas… todavía su rostro, que como mismo golpea despierta simpatía, sigue viralizándose por internet.
En Miami, le dedicaron un mural y todo a la anciana cubana Sara Naranjo y no en un lugar cualquiera. El mural ocupa, actualmente, una parte de una fachada en la famosísima Calle 8.
tal vez quieras leer: Biden escuchó LIBERTAD y prometió remesas
«Esta imagen me rompió el alma, esta señora de 87 años dándole la cara a la dictadura, es algo que nos eleva el valor», comentó en su muro de Facebook Edin Gutiérrez, el artista gráfico de la isla que se conmovió con el gesto de la anciana cubana y decidió plasmarla para la posteridad en Miami.
Sara Naranjo, horas después de que su foto se viralizara, no estaba consciente de lo famosa que era. En una entrevista que concedió el día 12, expresó que, cansada de pasar hambre y trabajo, decidió salir a la calle, cazuela en mano.
«Me fui para la calle porque estoy aburrida de pasar hambre, de pasar trabajo. No tengo agua, no tengo nada. Aquí esto es lo más grande de la vida», dijo.
«Los apagones. Estos apagones me ponen malísima. Me falta el aire y busco el ventilador para ponerlo y no lo encuentro porque no hay luz. Quitan la luz y no tienen para cuándo ponerla Y uno se aburre, se cansa, está uno loco, arrebatado», explicó además la anciana cubana.
Ahora, todos los que la han visto quieren ayudarle a que la sonrisa regrese a su rostro.
La campaña tiene previsto recaudar 5000 dólares para la anciana cubana. ¿Lo cumplirá? ¿Sobrepasará el objetivo trazado?
Si deseas donarle a esta abuelita, haz click en este enlace
