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Machu Picchu abre para un único japonés
Con nuevas regulaciones Machu Picchu ha anunciado que abrirá en noviembre próximo. Entretanto un turista japonés ha recibido un permiso especial para desandar en solitario la ciudadela inca
Jesse Takayama es un privilegiado en tiempos de pandemia. Machu Picchu ha abierto solo para él.
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Debió esperar pacientemente desde el pasado 14 de marzo, cuando quedó varado en Aguas Calientes. Desde allí suelen salir las personas, caminando (se requieren unas tres horas) o en guaguas hasta la ciudadela inca.
Pero Jesse Takayama ha permanecido más de medio año en Aguas Calientes para cumplir su sueño de visitar Machu Picchu. Solicitó un permiso especial que le fue otorgado para realizar el recorrido acompañado por el director del parque.
En charla con el diario peruano La República, el joven de 26 años -instructor de boxeo y oriundo de Osaka (la urbe más grande de Japón después de Tokio y Yokohama)- contaba: “Yo quería conocer Machu Picchu, pero un día antes de que lo hiciera, el santuario cerró por la pandemia. Me quedé con el único fin de conocer esta maravilla y no quería irme sin antes hacerlo”.
De acuerdo con datos del portal Perú Hop, antes de que el coronavirus cambiara por completo nuestra forma habitual de vivir y relacionarnos, a Machu Picchu llegaban 4 mil personas por día, 120 mil por mes y unas 1.5 millones anualmente.
Se espera que la reapertura de la ciudadela inca al turismo sea en noviembre próximo. El ministro peruano de Cultura, Alejandro Neyra, ha asegurado que se hará con “una capacidad del 30% del aforo permitido antes de la pandemia”.
Estas nuevas regulaciones se traducen en 675 visitantes diarios. Deberán andar en grupos de ocho y con un guía. Asimismo tendrán que mantener una distancia de 1,5 a 2 metros entre ellos.
Andreu Romero
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