Grupo italiano construirá hotel Iberostar Trinidad por 80 millones de dólares

El grupo italiano T.O.M.A. ha firmado en La Habana un contrato por valor de 80 millones de dólares para la construcción del Hotel IBEROSTAR Trinidad, según la nota publicada por el sitio oficial Cubadebate. T.O.M.A. está constituido por las compañías Tonon, Tonoimpianti, Oberosler y Maeg, todas con sede en el noreste de Italia.

Un despacho de la agencia española EFE apunta que la Asociación Económica Internacional AEI Trinidad, fundada en agosto del 2017 entre  T.O.M.A. y DINVAI, empresa estatal cubana de la construcción, acometerán el conjunto de las obras del Hotel IBEROSTAR Trinidad.

Desde 1993, la cadena Iberostar tiene negocios en la isla. Actualmente manejan en territorio cubano 28 instalaciones de cuatro y cinco estrellas, con más de 8.000 habitaciones.

En la capital está el Habana Riviera, el Parque Central, y el Grand Packard; en Varadero, el Playa Alameda, el Laguna Azul, el Bella Vista, el Taínos y el Varadero; en Trinidad, el Grand Trinidad. También destacan el Iberostar Holguín  y el Iberostar Gibara.

De la cadena hotelera hay tres en Santiago de Cuba: el San Felix, el Casa Granda y el Imperial. Y en los cayos de la isla suman cinco: el Colonial y el Mojito, en Cayo Coco; el Daiquiri y el Playa Pilar en Cayo Guillermo; y el Ensenachos en el cayo del mismo nombre.

Los negocios de la cadena Iberostar en Cuba forman parte de un proyecto de las autoridades de la isla para que crezca su planta hotelera. El objetivo es lograr para 2030 unas 100.000 habitaciones a lo largo de toda la nación. Hoy por hoy existen unas 68.000 habitaciones en 366 hoteles. De estas, más del 50 por ciento trabajan mediante capital mixto establecido con 20 cadenas internacionales.

Pese a estas proyecciones, el gobierno de La Habana tuvo que conformarse con que no se cumpliera el pronóstico de 5 millones de visitantes en este 2018. Las previsiones se rebajaron a 4.7 millones y la versión oficial habla de que esto ha sucedido tras las restricciones impuestas a los estadounidenses para viajar a la isla, tras la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca.