Florida: milagroso rescate tras horas colgando de su bote en el mar

Un hombre de Florida fue rescatado de forma milagrosa tras horas colgando de su bote en medio del mar.

El milagroso rescate de Stuart Bee tras días perdido en el mar fue una verdadera obra de la casualidad, como lo catalogan las autoridades, pues pasó horas colgando de su bote semihundido a unas 86 millas de la costa.

La alarma sonó cuando pasó el tiempo y no volvió a casa, lo que llevó a su hermano y a trabajadores del puerto a avisar a las autoridades e iniciar una búsqueda prolongada que no daba resultados, hasta que intervino “la fortuna”, de acuerdo con la nota en el sitio de la Guardia Costera.

El hombre de 62 años salió de Cape Marina -en Puerto Cañaveral- el viernes 27 de noviembre y pensó que tendría un corto paseo que se complicó más de lo esperado cuando una falla mecánica inutilizó la embarcación el sábado.

Como no acostumbraba a pasar la noche en su bote de 32 pies, llamado Sting Ray, creció la preocupación porque no regresaba y la Guardia Costera y la Patrulla de Aduanas y Fronteras de los Estados Unidos comenzaron la búsqueda con botes y aviones.

El navegante cuenta que el sábado su barco quedó inutilizado por una falla mecánica y que, aunque lo intentó, no pudo repararlo por su cuenta y la Guardia Costera nunca recibió una llamada de auxilio.

Pasada la medianoche del domingo, cuando Stuart Bee dormía, el agua lo despertó abruptamente en la cabina delantera del bote, según dijo el suboficial de primera clase David Micallef, portavoz de la Guardia Costera de Estados Unidos, a The New York Times.

Este cuenta que el barco “se llenó de agua casi de inmediato”, y que rápidamente se volcó, lo cual dejó al hombre de 62 años en el mar, aferrado a una parte del barco que quedó flotando sobre el agua.

“Las posibilidades de encontrar a Bee con vida eran escasas. Pero pudo quedarse en su bote, lo que ayudó a salvar su vida”, afirma el teniente Shawn Antonelli, oficial de servicio de comando del Distrito 7.

Así estuvo Bee por horas, colgado de una parte de la nave, y pese a los esfuerzos de las autoridades, la suerte le deparó un milagroso rescate por medio de un barco de carga que, de forma casual, pasaba por el lugar.

A unas 86 millas de la costa de Puerto Cañaveral, después de que había amanecido, Bee notó la embarcación en la distancia, se quitó la camisa, y comenzó a hacer señas para llamar su atención.

Para su fortuna, lo vieron los miembros de la tripulación del Ángeles, un buque portacontenedores liberiano de 225 metros que iba en camino hacia Wilmington, quienes detectaron sus señas y lo rescataron.

El hombre salvado no quiso ser recogido por la Guardia Costera y decidió completar la travesía con el Ángeles, que debe llegar a su destino este martes.

Julio Linares