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EEUU: un lago “maldito” sobre un cementerio y un pueblo fantasma

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Un popular lago de Estados Unidos que fue creado de forma artificial alimenta las leyendas locales por las decenas de muertes ocurridas en sus inmediaciones y misteriosos avistamientos bajo la superficie.

Lanier, en las montañas del norte de Georgia, al noreste de Atlanta, es un lugar conocido para la recreación y los deportes acuáticos, pero también tiene una leyenda negra por los centenares de personas que han perdido la vida en sus aguas y se le considera un lago “maldito”.

Para muchos amantes de lo sobrenatural, esta obra está “embrujada” y algunas personas han reportado eventos “paranormales”, como avistamientos de la llamada Dama del Lago y de otros objetos bajo sus aguas turbias, cuenta CNN.



Este surgió en la década de 1950 por ingenieros que inundaron un fértil valle en el que vivieron centenares de familias, y en el que hubo hasta un cementerio, lo cual alimenta las teorías de una maldición.

Tras negociaciones, unas 700 familias vendieron un total de 56.000 acres al gobierno, que construyó una presa en el río Chattahoochee para formar el lago, añade CNN.

El Lanier, nombrado así en honor a un poeta de Georgia del siglo XVIII, protegió a residentes de las inundaciones del Chattahoochee, gracias a que acumula 625 mil millones de galones de agua, cantidad equivalente a 950,000 piscinas olímpicas.

Pero en su construcción es donde quizás comienza su leyenda de lago “maldito”, porque los ingenieros dejaron sepultadas infinidades de estructuras que son visibles cuando las aguas bajan mucho por la sequía.

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU. puso manos a la obra para construir una obra con la idea de proporcionar energía y agua a Atlanta y los condados circundantes, en el sitio donde antes prosperaban varias comunidades con familias que habían vivido allí por generaciones.

Aunque para preparar la tierra demolieron o trasladaron graneros y estructuras de madera, movieron puentes y tomas de agua y hasta se arrancaron los árboles, parece que el cementerio local no fue del todo removido.

“Si bien el Cuerpo identificó y trasladó tumbas marcadas, es probable que algunas sin marcar se hayan dejado atrás”, explicó Cesar Yabor, portavoz del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU.

“La capacidad tecnológica para identificar y verificar sitios de enterramiento sin marcar a través del escaneo del subsuelo u otros medios era mucho menos sólida hace 70 años”, afirmó el especialista.

Este añade que “las capacidades limitadas de la época hacen probable que sean posibles hallazgos inesperados de restos humanos, ya sea de los períodos anterior a la guerra civil y de la Guerra Civil o de los nativos americanos origen desde la época precolonial”.

Pero las tumbas no fueron lo único en quedar bajo las oscuras aguas, pues incluso permanece una vieja pista de carreras de autos, aunque le quitaron las gradas: el Circuito de Gainesville, popular autódromo con pista de tierra.

De igual forma, permanecieron cimientos de bloques de hormigón de edificios pequeños, así como carreteras sumergidas.

“A lo largo de las décadas, cuando los niveles cayeron durante la sequía, las carreteras sumergidas, las piezas de neumáticos y otros artefactos quedaron expuestos”, cita CNN a un historiador.

Cuando el agua desciende, emergen también decenas de objetos que han sido lanzados posteriormente, como baterías de lanchas, e incluso, yates sumergidos y hasta autos robados.

Para colmo, las leyendas urbanas han encontrado alimento en el hecho de que más de 200 personas han muerto en accidentes de natación y navegación desde 1994, y la serie dramática estadounidense Ozark tiene escenas en el lago “maldito” de Georgia.

El Portal Mundo Hispánico informaba en agosto pasado que, con la muerte de un joven de apenas 17 años, sumaban cuatro las vidas que se habían perdido en las tenebrosas aguas en menos de un mes.

Estos repetidos sucesos han hecho que las autoridades coloquen señales en los lugares más peligrosos y aquellos que son más visitados por los millones de personas que acuden cada año a recrearse.

Pese a que podría verse como algo no tan sorprendente el que tantas muertes se produzcan por tratarse de un embalse tan grande y con profundidades de varios metros, para algunos visitantes hay algo misterioso en Lanier.

De hecho, con el paso de los tiempos, los buzos han contado de “avistamientos espeluznantes debajo de las aguas turbias”, pues cuentan de enormes bagres de varios metros.

Buck Buchannon narró en 2017 a CBS las experiencias durante sus inmersiones, cuando explicó que, además de las bellezas que acoge en su interior, también “extiendes la mano en la oscuridad y sientes un brazo o una pierna y no se mueve. Eso es escalofriante”.

Incluso, la cifra de muertos crece para algunos historiadores si tenemos en cuenta que, desde 1956 hasta ese momento, serían unas 675 las personas muertas en estas aguas, al contar accidentes, ahogamientos y hasta suicidios, y muchos cuerpos ni han sido recuperados.

Pero las leyendas del lago “maldito” -como el cementerio hundido y la Dama (una víctima de las que reposan en su interior)-, no han detenido el flujo de personas hacia Lanier, que en 2019 recibió unos 12 millones de visitantes, pues se trata, sin dudas, de uno de los destinos recreativos más populares en el norte de Georgia.

Julio Linares

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